Renato Cesarini jugaba al fútbol y tenía un don: marcaba goles (muchos) en el tramo final de los partidos. Su leyenda, en la delantera de la Juventus al inicio de los años 30, fue tal que, de tanto liquidar rivales en el descuento, a ese arte, el de finiquitar duelos igualados en el colofón, en el calcio, el fútbol italiano, se le conoce como la zona Cesarini.

Desde que Renato Cesarini alimentó su mito en las filas de la Vecchia Signora hasta hoy han pasado casi 80 años, tiempo más que suficiente durante el que un sinfín de futbolistas, en multitud de clubes e infinidad de competiciones, se han convertido en especialistas en eso, en resolver partidos al filo del remate final. Pero ahora, justo ahora, más allá de fábulas particulares de delanteros con la habilidad de transformarse en decisivos en cada epílogo, en cada desenlace, en cada conclusión trepidante, nadie se mueve mejor en la zona Cesarini que la Unión Deportiva Las Palmas de Juan Manuel Rodríguez.

Ganó ayer la UD Las Palmas al Alcoyano porque Jonathan Viera, en el minuto 88, no desaprovechó una serie de errores enlazados, de forma tan macabra como perfecta, por la defensa rival. Eso, la confusión del adversario bien combinada con un último intento a la heroica, era el único recurso que podía rescatar a esas alturas del duelo a la Unión Deportiva y eso, sólo eso, fue lo que sucedió anoche en el Estadio de Gran Canaria para desequilibrar la balanza.

Desde la contratación de Juan Manuel Rodríguez, en febrero, la UD Las Palmas se mueve siempre en el alambre. Y en esa situación, casi desesperante, casi agónica, con casi todos los elementos en contra en cada partido, el equipo amarillo se agita hasta con cierta comodidad. En el primer encuentro con el entrenador de La Isleta al mando, frente al Recreativo de Huelva, Mauro Quiroga salvó un punto en el minuto 70 (1-1).

No fue el tanto del delantero argentino, la noche de aquel debut, un caso aislado. Insistió la UD Las Palmas para convertir ese episodio en el inicio de una historia tan insoportable como dulce. Aquello, lo de golear al final de cada encuentro, se repitió, en la huida hacia la permanencia, hasta en cinco ocasiones más. Lo hizo Armiche (min. 79) para sentenciar el triunfo sobre el Real Valladolid (2-0), reincidió Quiroga contra la SD Ponferradina (1-0, min. 80), probó la experiencia Pedro Vega frente al Elche CF (2-1, min. 83), no se quedó atrás Javi Guerrero con la UD Salamanca (2-1, min. 85) y lo remató Pollo, para finiquitar la oposición del FC Cartagena (2-0, min. 79).

Justa recompensa

Fue el gol de Jonathan Viera, tras jugar 73 minutos en inferioridad numérica por la expulsión de Diego Armando Herner, un merecido premio para la UD Las Palmas. Ante el aguante del Alcoyano, todo orden, todo ánimo, todo candidez, al conjunto grancanario le tocó perseverar.

Primero lo intentó la Unión Deportiva colgada del talento de Vitolo y Jonathan Viera, una combinación que empieza a ser temida en Segunda División, tanto como para que todos los rivales se empeñan en controlar un binomio capaz de provocar un incendio en el área del adversario más pintado.

Sin espacios, sin metros para dar profundidad al juego del equipo, Jonathan Viera y Vitolo quedaron atrapados en la monotonía de un juego plano, plomizo, incapaz de generar un sobresalto en medio de la resistencia del Alcoyano.

Desactivado el programa inicial, con David González embotellado en el centro del campo al poner en juego a todos sus compañeros de vanguardia, Juan Manuel Rodríguez tiró de recursos para variar su hoja de ruta. Tiene posibilidades el técnico en la plantilla dibujada por Juanito y Toni Cruz. Incluso se puede permitir el lujo de recurrir a un plan B que, en el curso anterior, iluminó un puñado de veces el camino para no caer a Segunda B: la mezcla entre los centros de Pedro Vega desde la banda izquierda y los remates de Mauro Quiroga en el área.

Pero ni así la Unión Deportiva, gris hasta el extremo, dio con la tecla para hacer claudicar al rival, que sólo aceptó firmar su rendición tras un error propio, descuido que no desaprovechó Jonathan Viera para derretir a un Alcoyano y marcar el son más determinante, más categórico, de la zona Cesarini: el que aplica sin piedad la UD Las Palmas, el que imponen las cosas de Juan Manuel Rodríguez.