El jugador español Rafa Nadal comentó, mientras esperaba que se pudiera reanudar su partido de octavos de final del Abierto Estados Unidos, suspendido por la lluvia, que los tenistas deben estar unidos y no aceptar jugar en condiciones que puedan poner en peligro su integridad física.

Nadal paró su partido ante el luxemburgués Gilles Muller, cuando perdía por 3-0, al dirigirse al árbitro para decirle que en esas condiciones no era seguro seguir jugando. Éste decidió suspender el partido y una parte de los aficionados abucheó al tenista español cuando se retiraba hacia los vestuarios.

"No podemos aceptar estas cosas. Tenemos que estar todos unidos y no que sea Rafa Nadal el que diga que no se puede jugar", explicó el defensor del título.

"No nos sentimos protegidos. Esto es un Grand Slam, está en juego mucho dinero y comprendo que nosotros somos parte del espectáculo pero no es justo jugar en estas condiciones".

Sin embargo, el jugador español matizó que es un profesional y que si tiene jugar bajo la lluvia, lo hará. "Yo amo este torneo y me hace mucha ilusión siempre jugar en esta pista", aseguró.

Cuestionado por su mal arranque de partido, el número dos mundial reconoció: "Probablemente empecé un poco distraído, con las dos dobles faltas, pero no es una situación nueva para mí porque él es un jugador muy bueno. He de esperar mi momento porque éste es un partido a cinco sets".

Comunicado de la USTA

Por su parte, la Asociación de tenis de Estados Unidos (USTA) ha emitido un comunicado oficial en el que informa de que los tres partidos de octavos de final del Abierto de Estados Unidos, que comenzaron con hora y media de retraso y de los que apenas se pudieron jugar 15 minutos, comenzaron porque las predicciones indicaban que se podría jugar cerca de dos horas.

La nota se ha hecho pública después de que Nadal, Andy Murray y Andy Roddick, implicados en los partidos que se encuentran suspendidos, mostraran su malestar por tener que jugar apenas unos minutos cuando había informaciones de que hasta la tarde no se podría jugar de forma continuada y al asegurar que las pistas estaban aún húmedas cuando jugaron y que por tanto era peligroso.

Así, el tenista norteamericano, que esta disputando su partido ante el español David Ferrer, apuntó que habían hablado con los organizadores tras conversar anteriormente entre los jugadores para manifestar su malestar.

"Si hay una discusión para saber si se puede jugar o no en las pistas, en mi opinión quiere decir que no se puede. Hemos querido hacer saber a la organización que no queríamos ser expuestos a esa situación. Comprendo que hace falta que haya tenis en la televisión y los aspectos económicos que hay, pero los jugadores deben estar seguros", señaló Roddick.

El cuarto cabeza de serie del torneo, Andy Murray, explicó que cuando salió a jugar ante el estadounidense Donald Young "habían estado secando la pista 45 minutos pero nunca dejó de llover. Era peligroso, las líneas estaban muy resbaladizas y la parte de atrás estaba muy empapada. Los tenistas somos los primeros que queremos salir a jugar pero no cuando es peligroso".

Por su parte, el comunicado de la USTA indica que la "mejor" información que poseían a mediodía indicaba la posibilidad de "dos horas sin lluvia", aunque reconocieron que "desafortunadamente, no toda la lluvia y la niebla aparece en el radar".

"Tenemos árbitros experimentados y deciden si las pistas están aptas para jugar. Las condiciones pueden no ser las ideales, pero aun así eran seguras. Sin embargo, si un jugador o jugadores sienten que las condiciones son inseguras, les escuchamos, como hemos hecho siempre, y el árbitro utiliza esa información como parte de sus evaluación acerca de si continuar o detener el juego", concluye la nota.