No ha tenido fortuna la UD Vecindario en su inicio de la temporada con cuatro derrotas, tres en Liga y una en la Copa del Rey precisamente con el Leganés, su próximo adversario.

Pese a los contratiempos, el entrenador Tino Déniz no pierde las esperanzas y no aparenta tener nervios. "Es verdad que no hemos puntuado aún, pero me siento tranquilo y arropado".

Déniz aseguró no temer por su continuidad en el banquillo del cuadro sureño. "En verdad que no. El lunes nos reunimos los técnicos con la directiva y Raúl Borrero, pero sólo hablamos del estado anímico y físico de los jugadores. En ningún momento se habló de mi futuro".

Con vistas al encuentro de este domingo ante el Leganés, al técnico teldense se les ha complicado las cosas. "Tenemos tocados a David Simón, Ruymán, Moisés y Derek, pero espero que estén recuperados para este importante compromiso. El que no lo va a estar es David Sánchez, que se lesionó en un tobillo en San Sebastián de los Reyes".

En relación al estado anímico de sus futbolistas, Tino Déniz mostró cierto grado de preocupación. "Vinimos muy jodidos de Madrid, porque en la primera parte tuvimos cuatro claras ocasiones de gol. Sin embargo, el Sanse nos hace dos goles en la prolongación de la primera mitad, aunque también nosotros hicimos uno, pero a los 27 segundos de la reanudación nos hicieron el tercero y ya se nos puso el partido cuesta arriba. Quizá nos falte algo de mentalidad y concentración en determinados momentos".

Y el mejor remedio para cambiar el rumbo es un buen resultado. "Ahora sólo hay que pensar de que el domingo tenemos otro partido y afrontarlo con toda la moral del mundo para tratar de puntuar".

Pero no será fácil, pues en Vecindario se presenta el Leganés. "Es un equipo dificilísimo, de una calidad increíble. Ya nos enfrentamos a ellos en la Copa y terminamos perdiendo 3-1. Espero que en Vecindario se nos de ahora mejor".