Existe un tipo de deportista que se crece ante el olor de la batalla. Santi Ceballos, Alejandro Barrera y Tino de la Nuez, tres de los patrones más laureados en la historia del deporte vernáculo que tiene por costumbre domar el viento y el mar, cumplen este perfil. Forjados en la experiencia triunfal de mil y un combates, sus sentidos se agudizan al aproximarse al escenario de salitre donde este trío ha erigido su leyenda.

"Allá van". Las tres leyendas dibujan una enorme sonrisa en sus rostros cuando, en la Marfea, a minutos de comenzar la final del Torneo Eliminatorio de La Caja de Canarias, Tino de la Nuez afirma rotundo: "Me juego el bigote a que gana el Pueblo Guanche". Ceballos asiente y expone. "Es un bote que rinde bien con poco viento". Es su favorito, pero no el de Alejandro Barrera, al que su corazón le inclina en favor del Portuarios. Pero, por encima de los vaticinios, todos coinciden en señalar a esta edición como la mejor de los últimos años por la calidad de sus participantes. "Hace tiempo que no se presenta una final tan igualada, con tan buenos patrones y donde los tres son botes grandes", señala Barrera, ganador en seis ediciones del trofeo.

A la hora convenida, los finalistas toman la salida y los expertos patrones descomponen el jeroglífico de las estrategias y virajes. El Portuarios de Juanjo Díaz está rindiendo a un gran nivel y cuenta con una buena punta de velocidad, aseguran. El Guanche, argumentan, tiene un gran equipo y un gran patrón, José Mari Ponce. Por último, el Unión Risco de Gustavo del Castillo cuenta a su favor con una doble ilusión: el no haber ganado el trofeo y la decisión, en ciernes, de la inminente retirada de su hombre en la caña.

Marcaje

La batalla se desarrolla majestuosa sobre la bahía capitalina. Los tres expertos se maravillan por las condiciones del día y la punta de velocidad que alcanzan los botes. Se presenta una dura contienda y mientras dos se vigilan, uno intenta dar la sorpresa en solitario. Aquí reside la belleza y emoción de este tipo de final a tres bandas, donde la apuesta por la aventura en solitario puede dar y quitar la gloria del triunfo. Por eso Ceballos señala: "En este trofeo lo más importante es el marcaje con los demás". El que fuera patrón del Astican y el Tomás Morales entre otros, no entiende la decisión primero del Portuarios y después del Unión Risco. "La clave para mí ha estado en que el Guanche siempre cogió el lado izquierdo del campo de regatas que para mí era el bueno y, después, el abandono del Risco hacia el otro extremo", explica el hasta nueve veces campeón del título de la Caja, antes de añadir: "El Risco tenía que haber marcado adelante y a barlovento al Guanche y coger el lado izquierdo, es decir, hacia la tierra o las cañas".

Tino de la Nuez coincide en el análisis de su amigo y otrora enemigo íntimo. "A la altura del Castillo, el Unión Risco abandonó y el Guanche vio los cielos abiertos y supo aprovechar la ocasión", defiende el hombre que logró vencer con el San Cristóbal tres años consecutivos, entre 1984 y 1986. "El lado bueno era el izquierdo y el Guanche siempre fue por ese lado. El Risco lo abandonó y perdió, ahí estuvo la clave", sentencia Ceballos, a lo que Barrera añade: "La única vez que el Guanche abandonó el lado izquierdo fue cuando el Portuarios le adelantó a la altura del Muelle de Las Palmas, pero en el último tramo, el Guanche lo cuadró muy bien y fue superior al Portuarios".

Conclusiones

La decisión del patrón del Unión Risco, un bote que estaba controlando la regata, define el resultado. "En el primer tramo dominó", señala Barrera, antes de continuar: "La decisión de irse para afuera no es fácilmente explicable, sobre todo en un regatista como Guti. Él seguro que vio otra cosa. Mientras, el Guanche ha tenido paciencia". Por su parte, Ceballos resume: "Para mí los tres son botes igualados en velocidad y, al final, se impuso la táctica de José María Ponce que siempre tuvo las cosas muy claras. Mi conclusión es que se impuso la táctica sobre la velocidad". Por último, Tino de la Nuez, mientras esconde su sonrisa tras su perenne bigote, finaliza: "El Guanche ha ganado por méritos propios. Aunque se descolgó el Risco, la final ha estado muy reñida y emocionante. Yo me aposté el bigote a que pasaba al Risco por la proa y así fue. Ese fue el momento clave". Madera de campeón.