La historia del Club Balonmano Gáldar no se entendería sin Jordi Ribera, sempiterno entrenador que ocupó su banquillo en 11 de sus 12 temporadas en la División de Honor. Su relación comenzó en el verano de 1992, tras los emocionantes e inolvidables Juegos Olímpicos en Barcelona.

"Recibí una llamada de Demetrio Suárez, entonces presidente del club. Pedía a un entrenador con experiencia porque el año anterior habían pasado apuros con un entrenador balcánico. En ese momento tenía 26 años, poseía de todo menos experiencia. La historia no empezaba demasiado bien", rememora entre risas el técnico catalán, que ha pasado los últimos días de visita en Gran Canaria, a donde no regresaba desde hacía cuatro años.

El CB Gáldar, con sus distintas denominaciones, entre ellas la más conocida de Cadagua, se convirtió en uno de los clásicos de la Liga Asobal en los noventa y a inicios de esta década. "Éramos un equipo respetado en la competición, podíamos vencer en cualquier cancha y aquí, en el Juan Vega Mateos, resultábamos complicados para los rivales", relata el preparador, que ahora ocupa sus horas reciclándose antes de acometer nuevos desafíos profesionales en el balonmano.

'Aplatanados'

"Aquí, en Gáldar, les ganamos a todos los grandes de la categoría, al Barça, Portland San Antonio, Teka...", subraya el técnico, al tiempo que añade que los adversarios "venían un poco de vacaciones, por el clima, por el trayecto en carretera... porque la guagua los dejaba relativamente lejos de la cancha y tenían que caminar un trecho por el pueblo".

Con el respeto ganado en la cancha, un presupuesto ajustado, una plantilla compensada y un entrenador reputado, el CB Gáldar busca resultados más ambiciosos en las competiciones donde participa. Así, el equipo norteño se convierte en finalista de la City Cup frente al conjunto alemán del TV Niederwürzbach en la campaña 94-95, una competición donde participó en más de una edición. "Nos faltó experiencia en aquella cita, creo que estábamos muy igualados; al final, decidió la poca renta que nos llevamos de Gáldar (29-26), sabíamos que en Alemania nos haría falta más ventaja, como así sucedió (32-26)", comenta Ribera, quien también recuerda una cuarta plaza en la Liga Asobal como uno de los grandes hitos de la historia del club.

El CB Gáldar se convirtió, en aquellos años, en un lugar ideal para los jugadores que querían alargar su carrera profesional un par de años, como el caso de Muñoz o Hermida, que llegaba procedente del potente Atlético de Madrid, y también para aquellos otros que buscaban su primera oportunidad en un campeonato de nivel.

"Esta mezcla nos funcionó muy buen durante años, era ideal para nosotros, para la economía de la entidad", precisa el técnico catalán, que tuvo bajo sus órdenes a jugadores como Dani Sarmiento, figura actual en el FC Barcelona, David Carvajal, De la Hoz, Ambros Martín o extranjeros que dejaron huella en la entidad como Andrei Parashenko, Rajic u Oleg Grebnev.

Ribera, que la temporada pasada entrenó al Ademar León, uno de los clubes importantes de la Asobal, ha sido un entrenador con recorrido en el balonmano, donde empezó su carrera profesional en los banquillos a los 15 años. Quizá su experiencia más enriquecedora fuera en Brasil, donde se encargó de la dirección técnica de la selección en los JJ OO de Pekín en 2008. Estos días mejora su inglés para ampliar horizontes. "Quién sabe si algún día, otra vez, en Gáldar", recita con media sonrisa.