Vitolo maldecía ayer su suerte por todas las esquinas de la terminal del aeropuerto de Barcelona, mientras se movía en una silla de ruedas a la espera de embarcar hacia Gran Canaria. El extremo padece un esguince en su tobillo izquierdo, que se produjo en un acción frente a un adversario en los minutos finales de la primera parte del encuentro con al Nàstic de Tarragona. El futbolista, con la zona sensiblemente inflamada, tuvo que ser relevado por Javier Portillo en el descanso del partido, que los amarillos acabaron venciendo por un nítido 1-3.

El jefe de los servicios médicos del club, Gerardo Garcés, precisó anoche que, tras la revisión clínica, el jugador no padece ningún síntoma de lesión ósea. "Es cierto que tiene el tobillo muy hinchado, pero la movilidad en la articulación es completa", referenció el doctor, quien señaló que hay que esperar a la "evolución de 24 o 48 horas" de la hinchazón para determinar si el jugador puede estar disponible en el encuentro de la Unión Deportiva frente al Córdoba en el estadio de Gran Canaria (sábado, 17.30 horas).

Vitolo se sometió ayer en la clínica Perpetuo Socorro, tras su llegada de Barcelona, a una resonancia magnética que dará un diagnóstico exacto de la dolencia del extremo amarillo. "Tiene poco dolor en la zona afectada y la exploración clínica es tranquilizadora", afirmó el galeno, al tiempo que apuntó que la inflamación también puede ser producida por la compresión y las horas de viaje en avión. Los médicos, a falta de las pruebas definitivas, son optimistas con la recuperación esta misma semana del jugador.

Por su parte, Francis Suárez, que no pudo actuar ante el Nàstic por problemas musculares, padece molestias propias de la inactividad, después de jugar en Balaidos frente al Celta en la Copa del Rey. El jugador, según la observación clínica, llegará a tiempo al partido del sábado.