El 24 de mayo de 2008 Pep Guardiola, afamado entrenador del Barça, visitó las instalaciones de Barranco Seco. Su equipo de entonces, el filial del Barcelona, jugaba un día después contra el Castillo CF la fase de promoción de ascenso a Segunda División B. Como es norma habitual en la casa blaugrana, el técnico catalán organizó un entrenamiento en la víspera del compromiso y pidió permiso a la Unión Deportiva para utilizar su campo de preparación.

Al llegar al lugar, a Guardiola quizá le sorprendiera el abrupto camino de tierra para acceder al campo, el paisaje peculiar de la zona quebrado por un tramo de la GC-3 o el característico tono amarillento del césped, pero lo que más le llamó la atención, con total seguridad, fue la barbacoa que hay junto a los vestuarios.

Una modesta barbacoa que dominaba Siro Darino como nadie. No obstante, el argentino actuaba de chef principal en los asaderos o churrascos por motivos tales como cumpleaños o celebraciones importantes de la Unión Deportiva Las Palmas. Era un lugar de esparcimiento para la plantilla, un momento de relax dentro de la adrenalina competitiva.

Por aquella época, Pep ya sabía que iba a entrenar al Barça la temporada siguiente y apuntó en su libreta el sorprendente hallazgo en Barranco Seco. El catalán, que tan bien maneja los intangibles en la preparación mental de los jugadores, decidió trasladar la idea a la nueva ciudad deportiva del Barcelona, inaugurada hace pocos meses.

Allí, en la barbacoa, talentos blaugrana de todas las edades pasan unas horas de divertimento junto a la nueva Masía, su lugar de residencia. Los últimos que disfrutaron de un asadero fueron los jugadores del Barcelona B y su técnico Eusebio Sacristán, tras vencer al Cartagena.

El cuidador de la Ciudad Deportiva Joan Gamper reveló a Ruymán Almeida, director de UDRadio, la historia de la barbacoa cuando Las Palmas acudió a entrenarse la semana pasada a las instalaciones del Barcelona, después de jugar el partido de la Copa frente al Celta. Guardiola entendió que una buena idea puede encontrarse en cualquier sitio y la terapia de la barbacoa de la UD ayudaría a lograr triunfos en el Barça.