En el Vall d'Hebron (Barcelona), en las instalaciones olímpicas donde Jordi Arrese, Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez se colgaron tres medallas de plata, Carla Suárez se entrena antes de iniciar una gira asiática que la llevará hasta Seúl (Corea del Sur) y Pekín (China). A las órdenes de Xavier Budó, su entrenador, perfecciona su juego antes de cerrar una temporada de tonos contradictorios.

- Le sientan bien los torneos del Grand Slam. Tras varios meses de baja por diferentes lesiones, se presenta en Nueva York para jugar el Abierto de Estados Unidos y alcanza la ronda de octavos de final. ¿Con qué sensaciones regresa de América?

- Muy contenta, porque he hecho muy buen papel. Llevaba, otra vez, mucho tiempo sin poder competir por culpa de las lesiones. Necesitaba volver a jugar, con un resultado así. La sensación es inmejorable, muy contenta por cómo salió todo.

- Ha pasado un año duro por culpa de las lesiones.

- Los problemas empezaron en el Torneo de Fez [Marruecos], con una lesión en el tobillo derecho. Estuve cinco meses sin poder jugar, sin poder competir. Y eso fue un palo muy duro. No pude jugar más torneos y me perdí todo lo que quedaba de temporada. Y cuando dejé ese problema atrás, después de disputar cinco torneos, llegó la última lesión en el codo derecho. Tuve que pasar por quirófano y estar otros tres meses sin competir. Me perdí la temporada de tierra batida, incluido Roland Garros. Pasé una mala racha y necesitaba bastante una gira así, antes de cerrar el año, con buenos resultados.

- Después de superar ese mal trago, de estar tanto tiempo parada, ¿lo valora todo de manera diferente?

- Sí. Y más cuando tienes una lesión grave. Antes de la lesión en el tobillo sólo había tenido molestias leves y, como mucho, sólo había estado parada una semana. Hasta ese momento no sabía lo que era estar inactiva. Ahora he estado muchos meses sin poder jugar al tenis, con mucho trabajo con el fisio y en el gimnasio. Así que cuando vuelves, tras tanto tiempo parada, lo valoras todo mucho más.

- Más allá de los problemas físicos que tuvo que superar, también le tocó trabajar muy duro a nivel psicológico.

- En una situación así, estás parada, pero no paras. Es contradictorio, pero es así. No puedes coger la raqueta pero, como dije antes, pasas horas en el gimnasio, trabajas con el fisioterapeuta. Trabajas siempre con el mismo objetivo, que es hacer las cosas lo mejor posible para volver a jugar lo más rápido posible. Es un no parar. Pierdes tus vacaciones, te sacrificas para estar bien y volver a competir. Al final, tanto trabajo te da una recompensa, porque lo que quieres es volver a jugar, a hacer lo que te gusta. Vale la pena.

- En los momentos más duros, con todo en contra, ¿dónde encontró apoyo?

- La familia siempre está a tu lado, siempre te apoya y nunca te falla. También tienes el apoyo de los entrenadores, de la gente que te rodea y, por supuesto, en ti mismo, en tus ganas de volver a competir, de volver a jugar, de estar presente en un gran torneo.

- Tras este periodo, ¿nos encontramos con una Carla Suárez más fuerte?

- Podría ser. Sí he evolucionado mentalmente, porque las lesiones te hacen madurar. Más si antes, como en mi caso, no había sufrido ninguna grave. Ahora he superado dos de golpe y las dos de larga duración. Sí noto, por tanto, una progresión en ese sentido.

- Vuelve, tras muchos meses de inactividad, y se cuela en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos. ¿Qué reto se marcó en su regreso a la competición?

- No me marqué, al volver tras la lesión en el codo, ningún objetivo concreto. Sólo volver al nivel de 2009. La gente, en este periodo de tiempo, ha evolucionado mucho. Lo notas sólo con ver jugar a las otras tenistas. Ahora viajaré a Asia para participar en dos torneos, con los que cerraré la temporada. Y para 2012 el reto es estar al cien por cien. Es un año de Juegos Olímpicos y quiero estar en Londres. Además, también intentaré hacer las cosas lo mejor posible en los torneos de Grand Slam.

- Ha alcanzado la ronda de octavos de final en los cuatro torneos del Grand Slam. Además, en el Abierto de Australia y en Roland Garros se ha colado en cuartos de final, entre las ocho mejores. ¿Entrar en el Top 10 de la clasificación WTA, estar entre las mejores del mundo, aparece entre sus objetivos inmediatos?

- Eso queda lejano todavía. Hay un grupo de tenistas, en ese Top 10, que marcan la diferencia. En 2009 alcancé la posición 22 en la clasificación de la WTA. Tengo que aspirar a estar ahí de nuevo, a alcanzar ese nivel. Todo lo que venga después será bien recibido.

- ¿Qué aspectos de su juego debe mejorar?

- Por encima de detalles concretos, tengo que alcanzar un nivel de regularidad más elevado en los partidos. Tengo muchos altibajos en mi juego, aunque cada vez menos. Debo aprovechar todas las oportunidades que aparezcan en un partido, porque si no te comen. Y evitar momentos de relajación. También tengo que mejorar mi saque y me revés cortado, pero eso son aspectos técnicos en los que progresaré con el tiempo.

- Estar en los Juegos Olímpicos de Londres aparece entre sus objetivos para el próximo año. Usted ya estuvo en Pekín, en 2008. ¿Qué tal la experiencia?

- Para los tenistas profesionales es una competición diferente. Durante la temporada arrastramos el desgaste de tener que jugar un torneo cada semana, con todo lo que eso provoca: viajes, aviones, retrasos en los aeropuertos y estar mucho tiempo fuera de casa, en muchos hoteles. Los Juegos Olímpicos son algo diferente. Además de valorar la competición a nivel deportivo, por todo lo que supone la posibilidad de ganar una medalla, para los tenistas es muy atractivo porque estás en la villa olímpica, con otros deportistas. Haces grupo en un deporte que es muy individual.

- ¿Y cómo lleva usted esa rutina, de estar tanto tiempo lejos de su casa?

- Aunque a veces es duro, al final te acostumbras. Compensa porque, cuando te paras y lo analizas todo, todo el esfuerzo que haces, te das cuenta de que haces lo que te gusta.

- Vive en Barcelona desde hace cuatro años, ¿adaptada?

- Me he adaptado muy bien. Están los mejores entrenadores, cuenta con buenas instalaciones, todo de primer nivel, y tiene un clima muy agradable, algo que ayuda bastante, sobre todo en invierno.

- En el Abierto de Estados Unidos, en el cuadro masculino, los tenistas mostraron su malestar con la Federación Internacional de Tenis por el calendario tan apretado que tienen que afrontar. Incluso algunos sopesaron la posibilidad de realizar un plante. ¿Qué le parece?

- Entiendo el malestar de los jugadores, pero en este caso también fue mala suerte que lloviera tanto. Creo que los torneos del Grand Slam deberían contar, como mínimo, con una pista cubierta para que la competición pueda proseguir en caso de lluvia. Es normal que algunos tenistas se enfaden, porque mientras ellos tienen que afrontar un partido aplazado en días anteriores, su rival en la siguiente ronda podría descansar para afrontar en mejores condiciones el próximo partido. Como con todo, con el diálogo y las palabras se solucionará todo.