"Más largo que un día sin pan". Así, de esta manera tan gráfica, describió hace unas semanas Juan Manuel Rodríguez la competición de Segunda División, de la que se llevan disputados hasta el momento 12 encuentros de máxima exigencia. Al final del torneo, en el peor de los casos, los amarillos disputarán 42 partidos con sus correspondientes 3.780 minutos oficiales de juego y desgaste en las piernas de una plantilla polivalente, aunque bastante ajustada. Por ello, el entrenador grancanario sopesa dosificar los esfuerzos de sus hombres importantes en las próximas jornadas para que lleguen en las mejores condiciones a los momentos álgidos de la campaña para la Unión Deportiva.

Vitolo es uno de los primeros futbolistas que tiene el entrenador en su lista con el fin de administrar los minutos de juego de manera conveniente. El extremo, debido a su grave lesión en la rodilla, apenas disputó una decena de encuentros en la temporada anterior y este hecho hace que el cuerpo técnico observe con atención la progresión del canterano en este tramo inicial de la competición.

Todos parecen convenir en que no es adecuado que el jugador, aún un neoprofesional del fútbol, tenga una excesiva carga de compromisos cuando aún tiene fresca su dolencia en el cruzado anterior, que lo tuvo fuera de circulación más de ocho meses.

Lesión en el tobillo

Además, el futbolista padeció una lesión de cierta importancia en su tobillo derecho durante el encuentro de la cuarta jornada en Tarragona frente al Nástic, a finales del pasado mes de septiembre, lo que le privó de jugar durante un par de jornadas, antes de volver a los terrenos de juego ante el Murcia. Este parón forzoso también le perjudicó cuando estaba a pleno rendimiento después de completar una buena pretemporada.

Vitolo, con 776 minutos, es el sexto jugador más utilizado en la plantilla de Las Palmas, de un máximo de 1.080 minutos. Por lo que tiene un peso extraordinario en los planes del preparador de La Isleta. Siempre ha actuado de titular, aunque en las últimas semanas (Alcorcón, Valladolid y Numancia) ha sido sustituido en la segunda parte al mostrar síntomas de agotamiento por el trabajo que requiere su juego, eminentemente explosivo.

A todos estos ingredientes se le suma que el último mes de competición en Segunda, con una jornada entre semana incluida, ha sido especialmente duro para los amarillos, que se han medido a rivales de altura.