La tercera edición de la Ruta Doramas, organizada por el Club de Montaña de Firgas (Clumonfir), volvió a demostrar la fuerte acogida que las carreras de montaña tienen en Gran Canaria. Con una participación de 250 corredores y 100 senderistas, la prueba dispuso un recorrido circular, con salida y llegada en la Plaza de San Roque de Firgas, de 32,6 kilómetros de longitud y unos desniveles descomunales -con la subida al Pico de Osorio como guinda-, con el que evocar los pasos del guanche Doramas en la zona más verde de la isla y con un Barranco de Azuaje, que todavía en esta época del año mantiene un importante curso de agua sin apenas recibir lluvias.

La gran mayoría de los corredores lograron el objetivo de llegar a la meta, exactamente 205 de los 250 que tomaron la salida, con las piernas rotas por el esfuerzo y satisfechos por haber logrado este reto en total contacto con la naturaleza y con el disfrute de los paisajes al paso, ritmo y sacrificio físico que cada atleta se planteó.

A las caras de satisfacción a medida que cruzaban la meta, se unió una exclamación común, consistente en la frase "¡pero por dónde fue, tuvo que ir volando!", en referencia al ganador Matías Ojeda y su tiempazo de 2 horas, 57 minutos y 41 segundos, que resultó inalcanzable para el resto de corredores. En su primera incursión fuera del asfalto de la presente temporada, a pesar de ser la montaña el medio en que más disfruta Ojeda, el corredor del Trivalle demostró, un vez más, su enorme potencial.

Toma distancia

Empezó éste con el grupo de cabeza, pero a partir del km. 4, tras dejar el cauce del Barranco de Azuaje, aprovechó la subida para dejar detrás a sus rivales; Carlos García y Evaristo Almeida. Este último debido a una reciente lesión no pudo resistir el tirón y tuvo que retirarse más tarde. Su puesto lo ocupaba su hermano mayor Alexis Almeida, que intentaba no perder la estela de García. Pero, mientras tanto, Ojeda bajaba del Pico de Osorio con unos 8 minutos de ventaja sobre sus perseguidores.

En el km. 17 (Los Chorros), la ruta cambió totalmente al ofrecer menos desniveles, casi todo fue en bajada, con caminos más firmes e incluso unos tres kilómetros de asfalto. Aquí no quedó otra opción que correr y correr, a lo que se midieron García y Almeida, que juntos lograron recortar distancias con Ojeda, a estas alturas ya bastante tocado en sus músculos. Tras el avituallamiento de Casablanca, se lanzaron hacia los últimos 4 kms. por Azuaje, donde García se empleó a fondo y se separó de Almeida, pero no logró tener a tiro a un Matías Ojeda que llegó a la meta con menos de dos minutos de ventaja sobre Carlos García, que a su vez se distanció finalmente en casi tres minutos sobre el tercer ocupante del podio, Alexis Almeida del Carucat. Tras una buena progresión, Yeray Durán del Vandama terminó cuarto a sólo dos minutos del podio.

Ojeda se ha convertido en un especialista de esta prueba, en la que confiesa sentirse muy a gusto, tanto por el recorrido como por la organización -no sólo por el potaje de berros al final-, ya que cuenta con dos victorias (2009 y 2011) y un tercer puesto, el pasado año. García se estrenó en el podio de Doramas, al igual que el corredor local, Almeida.

Primer entorchado

Entre las mujeres, Esther Fernández, con un tiempo de 3.49.39, logró su primer entorchado en este trail, realizando su prueba en solitario, de principio a fin, y confirmando así su buen momento de forma. Laura Barrera volvió a bordar esta ruta y finalizó segunda, a unos 12 minutos de la ganadora, mientras que Cristina Rivero logró superar a Ankara Ramos a mitad de la carrera para completar el podio femenino.

En la categoría Máster 40 se impuso José Antonio Hernández -quinto de la general- junto a Laura Barrera. En Máster 50, el ganador fue Fernando Ramírez e Ina Pérez, esta última con una de las ovaciones en meta de la jornada. La categoría Élite fue para los vencedores absolutos.

La alcaldesa de Firgas, Paola Hernández, y varios concejales de la Villa fueron los encargados de entregar los trofeos a los galardonados en ambiente de cansancio lógico de todos los finishers tras recuperar fuerzas con el potaje ofrecido por la organización y luciendo el diploma con el tiempo realizado.