- ¿Cómo está la moral del vestuario de la UD Las Palmas tras las dos últimas derrotas?

- Nos sentimos enrabietados y con ganas de ganar al Xerez. Es cierto que hemos encajado muchos goles en contra, pero también metimos cuatro tantos fuera de casa, que no nos han servido para sacar algo positivo y eso nos da rabia.

- ¿Ha vuelto a ver la célebre jugada repetida?

- No me hace falta porque la tengo grabada en la mente. Es un error grave por mi parte porque ahí toca echarla fuera o a córner, pero me confío e intento cederla con el pecho al portero. Barbosa me avisó de que venía un rival por detrás pero no me dio tiempo a hacer otra cosa y la dejé muerta. He perdido el sueño por darle vueltas a la jugada en la cabeza, pero lo único que se puede hacer es seguir en la lucha y dejar eso atrás.

- ¿Teme ser el sacrificado en el próximo partido?

- Por un único error, por grave que sea, el entrenador no toma decisiones tan drásticas. Él valora y decide en función del trabajo diario de todos y también según el rival al que nos toque enfrentarnos.

- Las lesiones y sanciones propiciaron una defensa de circunstancias en Huelva ante el Recreativo. ¿Cree que se debería de acudir al mercado de invierno para reforzar la plantilla de la UD Las Palmas?

- La derrota en Huelva no se produce porque faltaran Pignol o Aythami, sino porque las cosas no salieron como queríamos y ellos lo tuvieron todo de cara. En el filial hay buenos jugadores, pero también es una decisión del entrenador, que también tiene varias opciones de garantía en la primera plantilla.

- ¿Es el Xerez un buen rival para recibir en este momento?

- Tienen una gran plantilla aunque no les van muy bien las cosas y Juan Merino, el entrenador, está en entredicho. Es peor recibir a este tipo de equipos que otros que vienen en una buena racha porque están mucho más necesitados.