El estratega busca una victoria de forma desesperada. Juan Manuel Rodríguez, tras 92 partidos de Liga en el banquillo de la UD Las Palmas, afronta su peor racha: un punto de doce. El noviembre negro ha dejado una huella histórica en el expediente del técnico milagro (que logró la salvación del cuadro amarillo de la quema del descenso en las temporadas 2007-08 y en la pasada tras relevar a Jémez).

Tras casi un centenar de contiendas de Liga, Juan Manuel busca cortar la sangría este viernes contra el Villarreal B. Las derrotas frente a Numancia y Recre, el 0-0 en Siete Palmas con el Xerez y la última debacle en Huesca dibujan la crisis.

El técnico nunca ha firmado un punto tras doce en juego. En su primera aventura en el banquillo de la UD, en la temporada 2003-04, logró dos puntos en sus primeras cuatro jornadas (empató con Leganés, cayó con Numancia y Granada 74 e igualó con el Éibar en Ipurúa).

Fue un estreno difícil porque el estratega de oro encadenó siete jornadas sin vencer. Cinco empates y dos derrotas, para lograr en la novena frente al Málaga su primer éxito (0-1).

De la décima a la decimotercera, solo conquistó tres puntos con tres empates y una derrota. Tras la decimosexta, fue destituido por su traspié con el Cádiz (0-2) en el Gran Canaria.

En la 2007-08, con la UD como colista, regresó al cuadro amarillo en la undécima jornada. Empezó con un punto, frente al Tenerife en el Heliodoro, más dos derrotas consecutivas pero superó al Córdoba (3-1). De la 27ª jornada a la 29ª, solo logró un punto. Pero fue un camino de rosas hasta dejar al cuadro amarillo en la octava posición (la mejor clasificación al término de la Liga en la 'era Ramírez).

Ya en el curso siguiente, 2008-09, firmó su peor racha en Liga con tres puntos en cuatro jornadas. Lo hizo en dos ocasiones. En la decimocuarto jornada fue destituido tras caer en Huesca.

En la 2010-11, solo tres jornadas seguidas sin ganar -de la 35 a la 37-. Y en la actual campaña, es la primera vez que encadena cuatro partidos sin éxito. El viernes puede abortar la racha.