El Corinthians ganó ayer por quinta vez el brasileirao en su última jornada pero en esta celebración los cánticos de la grada del estadio Pacaembú de Sao Paulo iban dirigidos al recuerdo y homenaje de Sócrates. El legendario ocho de la selección canarinha, un futbolista de juego alegre y despreocupado, comprometido con las causas democráticas en plena dictadura militar y que deslumbró con su juego en los Mundiales de España y México, era sepultado tras fallecer víctima de una choque séptico de origen intestinal, por el que había sido sometido a un tratamiento con potentes antibióticos desde el pasado jueves, cuando ingresó en el Hospital Albert Einstein.

Médico de profesión, el Doctor Sócrates, como era conocido Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieria de Oliveira (Belem, 1954) fue, con su 1.93 de estatura y un número 37 en sus botas (desde las que lanzaba potentes penaltis de tacón), un ídolo del balón que se convirtió en leyenda sin la necesidad de levantar grandes títulos. "No hay que jugar para ganar, sino para que no te olviden". Sócrates lo anunció antes de morir y, por supuesto, lo cumplió.

Con el número ocho a la espalda, este centrocampista armador lideró a la canarinha de Telé Santana en los Mundiales de España y México, de 1982 y 1986 respectivamente. Junto a Zico, Falcao, Junior, Serginho, y Toninho Cerezo, entre otros, Sócrates destacó en el mejor Brasil que ha existido tras la despedida de Pelé. Su juego era tan bello como poco premiado. En el 82, la mala suerte en aquel duelo ante Italia conocido como La tragedia de Sarría (donde la Azurra eliminó a Brasil con tres goles de Paolo Rossi) impidió que su nombre figurara entre los finalistas. Cuatro años después, tras marcar un tanto a la España que vio un gol de Míchel sobre la cal brasileña, Sócrates volvía a caer eliminado, esta vez en cuartos y por penaltis frente a Francia.

Fútbol y democracia. Además de militar en el Corinthians, el Flamengo, Santos y la Fiorentina (donde aseguró que nunca fue feliz), el Doctor siempre se mostró como un activista de la causa democrática durante la dictadura militar. Lideró un movimiento de participación de los jugadores y empleados en la gestión del club, que se llamó Democracia Corintiana. Sócrates fue un "ejemplo de ciudadanía, inteligencia y conciencia política", según Lula.