Cartagena es una ciudad fortificada. Desde que el cartaginés Aníbal construyera su muralla púnica pasando por la bizantina hasta llegar a la que ayer Juan Manuel Rodríguez levantó en el Cartagonova, el día que Mariano Barbosa salvó un punto para la Unión Deportiva Las Palmas. El equipo amarillo, achuchado en la salida del balón, la UD no encontró el pase y, con la expulsión de Javi Guerrero, se jugó sus opciones de victoria en una suerte de una ruleta rusa. Dejó que el rival creciera con el paso de los minutos hasta que de tanto encajar golpes mordió el polvo. Ante el Huesca fue con penalti y expulsión. Ayer, ante un rival sin argumentos ofensivos, Barbosa paró la pena máxima, se erigió en héroe salvador y la UD se fue del Cartagonova con un punto con sabor a milagro.

El duelo ante el Cartagena, colista de la categoría, resultó un brindis amargo, sin goles y con un bagaje desigual; un punto, dos expulsados, un penalti parado y cuatro jugadores grancanarios que se pierden por sanción el envite frente el Deportivo de Juan Carlos Valerón.

Tiene un problema notable la UD Las Palmas cuando juega como visitante. El equipo de Juan Manuel Rodríguez se muestra tan enclenque que hasta los colistas de la categoría, en esos campos donde todos sacan réditos, se convierten en gigantes dominadores sobre el juego tímido de los de amarillo. Falta ambición.

La UD no quiso el balón. Durante los primeros 45 minutos de partido se dejó dominar, repitiendo los errores que propiciaron la derrota en Huesca. Resultó un equipo plano y fácil de replicar que sin, Jonathan Viera y David González sobre el terreno, no sabe o no quiere destilar el fútbol que atesoran sus jugadores. Con los gemelos Sergio Suárez supliendo al mediapunta de La Feria y Vicente al mediocentro, la UD práctico un ejercicio de sufrimiento y riesgo.

Solo las carencias del rival evitaron la tragedia. Pese a repetir, una y mil veces, la consigna de la ambición durante la semana, a la hora de la verdad, la UD regaló la primera parte del duelo del Cartagonova. Mientras que en la segunda y en inferioridad numérica resistió, desde el pundonor, el acoso arrollador de un Cartagena sin mordiente; un tigre sin dientes.

El Cartagena de Javi López está, sin Toché ni Víctor, muy lejos de lo que fue la pasada campaña. Es un equipo limitado con serios problemas para generar juego, menos aún ocasiones de gol. Más por empuje que por calidad técnica cercó la portería de Mariano Barbosa. Mientras los pupilos de Juan Manuel solo acertaban a despejar en un ejercicio más cercano al rugby que al del fútbol moderno.

Lanzamientos desde las bandas, desde las esquinas, de faltas o en rechaces. El balón llovía sobre el área de la UD como truenos en una tormenta de verano. Todo el peligro del Cartagena venía por alto. Todos salvo uno. En el minuto 34 de la primera parte, un balón picado entre líneas llegó manso a los pies de Toni Moral que se vio solo en la inmensidad del área. Entonces surgió Barbosa como un felino para con la manopla sacar el cuero de la bota del ex del Tenerife que saboreó su ocasión en exceso. Demasiado lento ante el héroe de la tarde.

Las únicas ocasiones de la UD llegaban tras pérdidas infantiles del centro del campo rival. Pero en dos ocasiones Portillo y en una Francis, sus lanzamientos fueron suaves gestos de cariño sobre el arco de Reina. La única con cierto peligro la protagonizó el delantero de Aranjuez que con su zurda busca el palo del rival en el minuto 24 pero este se escapó a escasos centímetros.

El balón duraba segundos en poder de los amarillos que parecían buscar con desesperación el descanso. El desplazamiento en largo para la pelea desigual de la delantera amarilla es la norma. Francis y Sergio por las bandas, con Javi Guerrero en la mediapunta parecían abocados a tareas exclusivamente destructivas. A punto estuvo el Cartagena de marcar. A tres minutos para el pitido del colegiado un lanzamiento en largo sobre la espalda de Pignol acabó con la diestra armada de Moral y a punto del disparo al borde del área chica.

Entonces, de la nada, surgió David García, perfecto durante todo el partido, para robar el cuero en una estirada salvadora. El partido cogía el camino de los vestuarios. Era una película de sábado por la tarde ya repetida en los ojos del aficionado amarillo, esos que saben que tras el parón su escuadra adelanta filas y entonces sí busca descaradamente el partido y el gol.

Expulsión

En esta ocasión, todo quedó en un breve sprint que incluyó dos ocasiones para la UD. Pero a los diez minutos de la reanudación, Javi Guerrero, con amarilla tras protestar una jugada en la primera mitad, sujetó a un rival con las manos en el centro del campo para evitar un contragolpe. La jugada acabó en falta de Castellano pero el colegiado extremeño, Fernando López, penalizó la acción del madrileño con la segunda amarilla. Tocaba sufrir 40 minutos de agobio del Cartagena.

El entrenador rival, Javi López, vio la oportunidad que andaba buscando su equipo para sumar su tercera victoria de la temporada. Añadió a Goiría, su delantero centro a la ecuación y el Cartagena se volcó en un acoso total sobre el arco de la UD Las Palmas. Pero compensó su empuje con una falta de puntería extrema evidenciando los graves problemas que sufre a la hora de anotar. La UD jugó a perder tiempo mientras que las acciones del colista morían en una sucesión de malos pases. La muralla de Juan Manuel, con David García pletórico, parecía infranqueable ante la debilidad del conjunto murciano. Solo a balón parado parecía generar peligro. En el 67, un saque de esquina lamió el poste con el arquero argentino ya batido y la grada del Cartagonova cantando gol. Todo intento rebotaba en los centrales para acabar en saques de esquina.

En el minuto 73 llegó la polémica. Un saque de esquina, un balón sin peligro y Quiroga que forcejea con Maldonado por la posición. Cuando todo seguía su curso, el linier, situada en la línea de fondo alzó su banderín. El agarrón existió y fue innecesario, pero en descargo del delantero argentino, ese gesto castigado se reproduce en multitud de ocasiones de cada encuentro, éste incluido. Todo parecía perdido y los jugadores insulares clamaban de ira ante el juez castigador.

Collantes cogió el cuero, lo situó con mimo y se retiró para coger distancia hasta la media luna del área. Entonces recordó que su equipo lleva tres partidos sin marcar en casa y todo se oscureció como un día sin sol o una noche sin estrellas. Respiró hondo y inició los pasos, golpeó el esférico y se hecho los brazos sobre la cabeza. Mariano Barbosa aguantó en el aire sin. Se lanzó suave sobre su palo izquierdo y con los pies retuvo el tiro. El balón quedó suspendido unas milésimas de segundo hasta que el arquero rebotó felino para guardar el balón en la seguridad de sus manos. Entonces en el delirio, en el exceso de revoluciones de una plantilla que se creía robada, Francis Suárez ya en el banquillo fue expulsado con roja directa.

Pese a su falta de fortuna, el Cartagena no cejó en su empeño sin atender al retrovisor. Collantes volvía a fallar en un contragolpe ante la desesperación del público local que llenó el estadio. Entonces, la UD tuvo su oportunidad en los minutos extensión. En rápido contraataque, casi sin rivales en terreno cartagenero, acabó con Dani Castellano, que había salido unos minutos antes, en carrera sobre la vértice del área. El extremo entró en zona peligros y lanzó un misil. Fuerte y seco, casi sin mirar, que chocó contra el portero local. Reina salvó lo que hubiera sido una tragedia para el cuadro local y un botín excesivo, por juego y propuesta, para el plantel insular.

La UD se fue con un punto del Cartagonova gracias al acierto de Barbosa y a la ceguera anotadora del Cartagena que sigue como farolillo rojo. Pero este cuento tiene moraleja. La UD juega con fuego y en ocasiones, como ayer, se quema. La apuesta táctica de los pupilos de Juan Manuel como equipo visitante requiere de una heroicidad continua. Ayer, fue Barbosa, cuando el débil colista, un equipo con claras carencias, se vio ganador. Pero, una duda quedará para siempre. ¿Qué hubiera pasado si la UD busca el partido desde el primer minuto como hizo ante el Villarreal B?