Apaleado en el Palau Blaugrana por el Barça (65-49) y ridiculizado en Turquía por el Banvit BK (79-54), al Gran Canaria 2014 le tocaba darse, con celeridad, un homenaje para coger aliento y disparar sus niveles de confianza. Con el Blusens Monbus de paso por el Centro Insular, un equipo recién ascendido y aún en proceso de adaptación a la ACB, el equipo de Pedro Martínez encontró una víctima propiciatoria para ganar y, sobre todo, para respirar profundo.

Ganó bien el Granca (84-73), con repuntes al alza en casi todos los aspectos del juego. Seleccionó bien sus tiros y mostró buena puntería. Un 54% de acierto en tiros de dos y un 40% en triples dan fe de la buen jornada del conjunto claretiano en los lanzamientos a canasta. Ordenó y mandó, también, sobre la pintura para capturar 15 rebotes más que el rival, detalle fundamental para mantenerse en pie cuando el Obradoiro amenazaba con certificar una remontada épica. Y, además, logró que la fluidez en el movimiento de balón marcara el ritmo de su ataque para revelar un detalle diferencial: en las filas amarillas se repartieron 18 asistencias, 13 más -por ejemplo- que en la derrota ante el FC Barcelona Regal.

Para entender la victoria del Gran Canaria 2014 también resulta elemental reparar en el despiste con el que se presentó el Blusens Monbus al duelo. Falto de intensidad, desenchufado desde el salto inicial, caótico en cada movimiento, cuando el conjunto entrenado por Moncho Fernández tomó el pulso al partido el cronómetro ya había consumido 20 minutos, tiempo suficiente para hipotecar buena parte de sus opciones de asaltar el Centro Insular.

Con la intensidad por bandera, el Granca encontró en Javier Beirán, Spencer Nelson, Xavi Rey y Marquez Haynes los pilares sobre los que levantar su cuarto triunfo del curso en la Liga Endesa. Entre los cuatro se combinaron para sumar 64 puntos, demasiada traca para un Blusens Monbus desbordado, incapaz de contener a un adversario malherido tras tanto revés.

En medio del recital del Gran Canaria 2014 sobresalió, en el primer cuarto, Marquez Haynes. El escolta de Texas, señalado por sus flojas actuaciones durante el último mes de competición, jugó a toda mecha para convertirse en un factor desequilibrante. Letal desde más allá de la línea de 6,75 metros, al anotar tres de los cuatro triples que intentó, Haynes reventó la débil resistencia del Obradoiro. Su acierto en el perímetro dilató el campo y obligó al rival a descuidar la defensa de más espacios, movimiento que no desaprovecharon compañeros como Rey, Nelson o Beirán.

Tan mal pintaba el asunto para el Blusens Monbus al minuto ocho de juego, con 20-11 en el marcador, que Moncho Fernández dio un exagerado golpe de timón para alterar la dinámica: retiró del parqué a los cinco titulares y dio entrada a Andrés Rodríguez, Javier Bulfoni, Deron Washington, Bernard Hopkins y Levon Kendall. Pero tanta agitación tampoco sirvió para contener a un Granca que, con el piloto automático, labró una ventaja considerable para escudarse en un cómodo colchón.

El final del primer cuarto, clausurado con 11 puntos de diferencia a favor de la escuadra claretiana (24-13), dio paso al debut de Alando Tucker. 24 días después de su contratación, el alero de Chicago pasó por el partido de forma anecdótica: tres minutos en pista para no tener ninguna incidencia en el juego. No sumó ni un punto, no lanzó a canasta, no capturó un rebote y no fue requerido en defensa ante un exigente rival.

Brillante Beirán

Lastrado por el esguince de tobillo que le mantuvo de baja las tres últimas semanas y aún lejos de su mejor nivel físico, a Alando Tucker, además de sumar en beneficio del Gran Canaria 2014, le toca competir por minutos en el mismo puesto frente a un Javier Beirán inmenso, capaz de anotar ayer 19 puntos y capturar seis rebotes.

17 puntos de ventaja marcaban, al descanso (53-36), una cómoda tarde y un paisaje totalmente despejado en el horizonte para el Granca, que en la segunda mitad, de tanto perder balones y de atacar sin mucho criterio una defensa en zona del Obradoiro, estuvo a punto de pegarse un tiro en el pie.

La sanción con una técnica a Moncho Fernández, en el minuto 23, lanzó al Gran Canaria 2014 hasta los 23 puntos de ventaja (61-38). Con todo perdido, al borde del ridículo en ese momento, el Blusens Monbus tiró de orgullo para asustar a un rival que se dejó llevar en exceso.

Un parcial 9-22 (70-60, min. 30) metió de lleno al Obradoiro en el partido y exigió al Granca volver a los niveles de intensidad iniciales para asegurar una victoria que, tras tanto palo, sirve para descorchar la botella.