José Óscar Turu Flores devora toda la información que aparece a través de Internet sobre la Unión Deportiva. "Estoy al día", apunta con presteza. Conoce a la mayoría de sus jugadores, sabe cómo va clasificada en la tabla de Segunda e incluso no hace falta recordarle que el próximo fin de semana se enfrenta al Deportivo (11.00 horas, Canal Plus). "Me emocionaría estar en el estadio de Gran Canaria. Tengo que ir pronto a la Isla", enfatiza el icono futbolístico de amarillos y blanquiazules, mientras se oye por el auricular de su móvil un monumental atasco de tráfico en el centro de Buenos Aires, donde reside ahora.

"No me pidas que te diga quién quiero que gane. Tengo mi corazón repartido en las dos instituciones", reclama entre risas Turu, que el lunes concluyó el torneo Apertura con Vélez Sarsfield, donde se desempeña como asistente de Ricardo Gareca. El equipo del barrio de Liniers ocupó la tercera posición por detrás de Boca Juniors y Racing de Avellaneda. "Fue una temporada muy positiva, buenísima, donde incluso llegamos a semifinales de la Copa Libertadores, asimilable a la Liga de Campeones en Europa", significa, antes de señalar que ahora tiene vacaciones hasta el 9 de enero.

"La Unión Deportiva fue el club que me abrió las puertas en Europa, recuerdo el cariño de la gente, lo bien que fue durante los dos años en que estuve allí. Fue inolvidable", rememora Flores, quien en la temporada 1998-99 ficharía por el Deportivo y cumpliría, estadísticamente hablando, su mejor campaña, con 14 goles en 36 partidos y encuentros realmente memorables.

"Mi paso por el Depor fue increíble. Obtuvimos un título de Liga, que es todo lo que puede desear un futbolista que llega a España", precisa el exfutbolista, al tiempo que recalca: "Decidirme por Las Palmas o Deportivo este domingo me resulta complicadísimo, porque dejé a muchos amigos que llevo en el corazón. El paso por esos dos clubes me marcó de verdad".

Amistad

Turu Flores emigró a La Coruña junto a Manuel Pablo en el verano de 1998 en un traspaso conjunto valorado en 1.000 millones de pesetas (unos seis millones de euros actuales). "Ahora que me he estabilizado en Buenos Aires, mantengo el contacto permanente con Manuel Pablo, también con Valerón y otros chicos. Cuando puedo voy a visitarlos a España, quiero ir pronto a La Coruña y también a Gran Canaria", proyecta Turu, que nunca ha escondido su ilusión por entrenar en la Liga española.

"La última vez que fui a España, hace un par de años, estuve con los dos. Siempre vamos a tomarnos algo y hablamos de cosas de la vida, de fútbol. Nos gusta recordar los viejos partidos que hicimos, los viajes y las anécdotas", recita Flores, con un tono a medio camino entre la intensidad y la nostalgia.

"Conociendo a Juan Carlos Valerón y Manuel Pablo considero que no va a ser un partido cualquiera porque cuando estábamos en el Depor hablábamos mucho de Las Palmas", explica el exjugador, que disputó dos partidos frente a la Unión Deportiva cuando vestía la elástica blanquiazul, uno en Riazor, con triunfo local (4-0) y otro en el Estadio Insular, ambos en la temporada 2000-01, donde fue suplente y pudo disputar los últimos 12 minutos. Aquel encuentro acabó 2-0 para los amarillos, con goles de Álvaro y Josico.

Hoy, una década después de aquel compromiso, Turu Flores espera que grancanarios y coruñeses se vuelvan a encontrar, esta vez en Primera División. "A ser posible el próximo año", puntualiza el exfutbolista, mientras en el exterior de su coche parece haber remitido la catarata de vehículos y bocinas.