El 8 de septiembre de 2001, tres días antes de que cayeran las torres de Manhattan, el Deportivo de La Coruña visitó por última ocasión Gran Canaria. Fue para medirse, en el Estadio Insular, a la Unión Deportiva Las Palmas en una cita a la que ambos equipos se presentaron como líderes de Primera División tras golear, en la primera jornada del curso, al Real Valladolid (4-0) y el RCD Mallorca (0-3).
El Depor, con Jabo Irureta como entrenador, se presentó en Ciudad Jardín con el sello de equipo grande, marca esculpida con brillo por las mejores plazas de España y de Europa. Dos años antes de aquel encuentro, el club gallego había ganado su primer título de campeón de Liga en Primera División y unos pocos meses antes había asaltado el Santiago Bernabéu para derrotar al Real Madrid y añadir en su palmarés una segunda Copa del Rey.
La alineación que presentó aquella noche de sábado el Deportivo de La Coruña en el Estadio Insular resalta el valor de un equipo que hizo historia en el fútbol español. Molina; Manuel Pablo, Donato, Naybet, Romero; Duscher, Emerson; Víctor Sánchez, Juan Carlos Valerón, Emilio Amavisca; y Diego Tristán fueron los once jugadores elegidos por Irureta para componer el equipo titular de un Depor en el que también jugaron Sergio y Pandiani y que ganó (0-1), en el minuto 88 y tras un error de Ramón, con un gol de Fran, su gran capitán.
Por la UD Las Palmas, con Fernando Vázquez en el banquillo y meses antes de certificar su descenso y despedida de Primera División, jugaron Nacho González; Ángel López, Ramón, Schürrer, Paqui; Vinny Samways; Edu Alonso, Carmelo, Jorge Larena, Pablo Lago; y Orlando Suárez. Alberto Hernández, que sustituyó a Samways -lesionado-, Olías y Eloy también participaron en un encuentro correspondiente a la segunda jornada de Liga.
Ese triunfo legitimó la última visita a la Isla de aquel Super Depor, un equipo legendario que en 2004 se coló en las semifinales de la Liga de Campeones ante el Oporto de Mourinho, cuyo recuerdo aún perdura en la memoria colectiva de los más futboleros y que mantiene como referencias de una época inolvidable a dos grancanarios: Manuel Pablo y Valerón.
