Es el Papá Noel más habilidoso del Polo Norte. Técnica barroca para liderar la armada amarilla. David González (Las Palmas de Gran Canaria, 25-08-1981), alza la copa de cava por un 2012 mágico para la UD Las Palmas y su afición. "Pido más regularidad; con este equipo podemos hacer un buen año. Hay equipo para estar arriba, no hablo de ascensos o descensos, pero sí se puede acabar mucho mejor que en temporadas anteriores. Pido un futuro más plácido y soñar con los puestos de ascenso", apunta.

El genio del barrio de La Feria encadena su octava temporada en el navío grancanario. Es, junto al capitán David García, el mimbre más veterano [debutó en el curso 2003-04] de una sinfonía que adora el toque. "En los tres últimos partidos que hemos jugado en casa, hemos presionado más arriba. Ahora jugamos de tú a tú (...) En esta categoría no juega ni el Barça ni el Madrid. Si apretamos a todos los equipos, les hacemos mucho daño".

La filosofía para el arquitecto es innegociable. "La manera de jugar de la UD, entre más arriba y más alegre, mejor. Hay que tener la portería resguardada, pero sin estar todo el partido defendiendo", puntualiza.

El Papá Noel amarillo abre su zurrón mágico y sondea el mercado de fichajes. "A Nauzet [ex de la UD que milita en el Real Valladolid] lo traería sí o sí; es un buen compañero y el mejor interior de la categoría. Pero hablar de refuerzos no me incumbe. Además, no creo que lo necesitemos en esta temporada".

Este 2011 tiene aroma de agonía. Finta al infierno. La UD elude el descenso en el tramo final gracias a la mano mágica de Juan Manuel. ¿Merece la renovación? Habla el Santa Claus de gofio: "Está cumpliendo y si estuviese en mi mano lo renovaría".

Pero a la hora de señalar al rey del banquillo de la UD, Jémez o Juan Manuel, David González pide el comodín del público. "No quiero entrar en ese tema; son diferentes. Uno es más ofensivo y el otro ve el fútbol de otra manera, que no quiere decir que no le guste jugar a la pelota (...) Cada uno tiene su forma de ver el juego", relata con diplomacia.

Matrimonio con el balón

Trece jornadas de magia y 813 minutos decoran el expediente del veterano coronel. Su juego preciosista genera polémica en el Gran Canaria. Hay un sector que no comulga con su trote brasileño. "Le diría al socio que anime; que no cese en esa pasión por los colores y el escudo. Formar parte de esta familia es un orgullo. Pero no soy quién para decirles si tienen que pitar o aplaudir. Si no están de acuerdo se expresan libremente".

Pero el torrente de críticas no amilana al artista, que seguirá pidiendo el esférico a su compañero Javi Castellano para iniciar la posesión. Vivir al borde del precipicio es su pasión. "El día que no pida la pelota o que no esté dentro de un terreno, mejor quedarme en casa y dejar el fútbol. Jamás me esconderé, pite quién pite, me gusta tener el balón en mis pies. Siempre voy a pedirla, así soy feliz", aclara.

Jonathan Viera es su sucesor. Luz verde a la nueva era. La generación endiablada de fútbol de barrio se adapta al siglo XXI. Un futuro de quilates y lejos de la Isla. "Siendo egoísta me gustaría que Viera se quedase en la UD, pero es muy difícil. Es un futbolista de Primera. Le deseo lo mejor, es un buen chico y espero que cuente con una trayectoria espectacular".

Y David González se monta en su trineo. Tiene cuatro renos amarillos. Moco Noel suspira por Primera y alza la copa. "Feliz Navidad a todos".