30 años, 1,96 de talla, 145 kilos de peso, puntal A del Almogarén de Valsequillo, y todo un campeón de las más diversas luchas internacionales. Es Juan Espino "Trota II", natural de Las Palmas de Gran Canaria, pero embajador del vernáculo deporte en incontables competiciones internacionales, que le han dado los más inesperados triunfos, no exentos de sacrificio y sufrimiento. Es un luchador total, un trotamundos de la lucha, que goza alrededor del Planeta, allá donde haya una agarrada que pegar.

Puntal en Gran Canaria, figura en Senegal, campeón en Europa, luchador en Corea, personaje en Brasil, y sobre todo hombre del deporte de combate.

Su trayectoria en la lucha canaria, la de sus inicios, comienza en el capitalino club Guanarteme, sobre el tatami de La Gallera del López Socas, donde se forma como un luchador con futuro. Por eso, da el salto al Santa Cruz, en la capital tinerfeña, antes de retornar a Gran Canaria para comprometerse con su actual club, el Almogarén de Valsequillo. Pero seguiría su carrera luchística en el Castillo del Sur grancanario. Y consolidado como puntal, Trota II vuelve a Tenerife donde militaría en el Rosario de Valle Guerra y en el Tijarafe. La pasada temporada estuvo en el Unión Sardina de Vecindario, y en la vigente, volvió al Almogarén, club con el que ya consiguió recientemente el título de campeón de la Liga Insular del Cabildo de Gran Canaria de Primera categoría, como todo un puntal A. Carrera de puntal, que Juan Espino pegó a los 19 años, como puntal C. Dos años después era puntal B, y tres más tarde, a los 24 años fue clasificado como puntal A.

Pero la lucha canaria se le ha quedado chica a Juan Espino porque no para de practicar otras modalidades. Así, actualmente es Campeón del Mundo de grappling, una variante luchística en la que no hay golpes, que ha asimilado las técnicas de otras disciplinas de brega, y que aspira a ser deporte olímpico en Brasil 2016. Juan Espino se proclamó campeón de grappling en Belgrado, en noviembre de este año, tras ganar en la final al norteamericano Kelly A.

Juan también se distingue en el valetudo, una lucha mucho más violenta, en la que destaca pero en la que también ha tenido un duro revés que superar frente a un duro rival ruso.

"Trota" acude con relativa asiduidad a combates de valetudo en Marruecos y Rusia, donde hay verdadera pasión por esta agresiva lucha.

Y es que Juan Espino salta más allá de Europa, y así en el año 2004 estuvo residiendo seis meses en Brasil. Todo para aprender otra lucha más: el jiu jitsu brasileño, en uno de los mejores centros de enseñanza en Río de Janeiro.

Pero Trota II sigue. Sigue en los rings, terreros, palestras y foros de combate, como un auténtico trotamundos de la lucha. Así ha combatido en las luchas celtas en diversos campeonatos de Europa, tanto en lucha escocesa o back hold, como en bretona o gourien, como en la leonesa. Ha sido en diversos sitios de la Península (Madrid, Gijón, León), como en Ucrania o Escocia.

En los terreros de Asia, Juan también ha probado fortuna. En el año 2003 fue por primera vez a Corea del Sur, donde se inició en la lucha local, ssirum. Estuvo dos meses aprendiendo. A dicho país ha acudido a competir con la lucha canaria en otras tres ocasiones.

Y en la lucha asiática del Muay Thai también hizo sus pinitos el Trota II, pero no pasó de algún que otro combate, a la espera de descubrir, encontrar, conocer alguna disciplina más de brega. Es el empeño de Juan Espino, el de ser un luchador universal.