La familia arbitral de Las Palmas ha sufrido la pérdida de uno de sus más veteranos miembros, Agustín Romero Cruz, persona que durante los últimos 30 años dedicó parte de su tiempo de ocio a este colectivo, primero como colegiado y, posteriormente, como informador.

Romero Cruz, cuyos restos mortales serán incinerados hoy a las 14.30 horas en el tanatorio San Miguel, es miembro de una familia vinculada con el deporte. Su hermano Armando fue un destacado entrenador de fútbol y atletismo.

Al tiempo que desarrollaba su carrera profesional como empleado de banca, Agustín Romero se incorpora al Comité Técnico de Árbitros de Las Palmas cuando ya tenía más de 20 años, recuerdan sus compañeros más veteranos. Durante los 15 años que perteneció a la plantilla arbitral llegó a dirigir partidos de Preferente.

Tras retirarse de los campos, su especial capacidad organizativa fue aprovechada por el Comité de Árbitros para encargarle durante algún tiempo de los nombramientos de colegiados para cada una de las jornadas de las distintas competiciones organizadas por la Federación Interinsular de Fútbol. Hasta hace poco más de un año formó parte del cuerpo de Informadores Técnicos del Comité de Las Palmas.

Su pasión por el arbitraje también la transmitió a su hijo Agustín Romero Santana, que durante algunos años también fue parte activa del colectivo grancanario.