El ministro francés de Deportes, David Douillet, reiteró hoy su voluntad de que el uso de dopantes por los deportistas no sólo acarree sanciones deportivas, sino que se convierta también en delito penal para que la investigación avance más y se pueda llegar a desmantelar las mafias.

"No se trata de penalizar de nuevo a un atleta que haya cometido un delito de utilización" de dopantes ni de ponerlos en la cárcel, puesto que "su condena es mucho peor cuando se le priva de competición", señaló Douillet en la apertura de la duodécima edición del Coloquio de Lucha y de Prevención del Dopaje en París.

El objetivo es que puedan quedar a disposición de los equipos de investigación para que puedan dar informaciones que permitan llegar "mucho más lejos en el desmantelamiento de estas mafias", según el discurso divulgado por los servicios del ministro.

"La penalización del uso de los productos (ilegales) aumentará todavía más nuestros medios de investigación para remontar a las redes", en muchos casos las mismas que operan en los casos de corrupción deportiva, argumentó antes de insistir en que se trata de combatir "mafias internacionales".

El ministro francés recordó que en su país una ley de julio de 2008 ya establece sanciones penales para los que tienen en su poder productos dopantes, y que eso ha sido "un primer avance que ha permitido obtener resultados".

El pasado 10 de febrero, Douillet ya había hecho hincapié en su "voluntad de instaurar un delito penal" contra los usuarios de sustancias dopantes "que dará más medios a los investigadores para desmantelar las redes", después de la inculpación de Patrice Ciprelli, marido y entrenador de la campeona francesa de ciclismo Jeannie Longo.