Basta un apagón de los gordos para acordarnos de lo importante que es la luz. No hace falta que sea una cosa tremenda como el apagón de Nueva York en el verano del 77, solo hay que obligarse a sacar las velas de los cajones para tomar conciencia del problema. Jonathan Viera se sitúa como artífice del sistema de transmisión que lleva la energía eléctrica al Gran Canaria cada quince días, quien empuja a los remolones hasta su asiento, acapara un principio extraordinariamente simple, eficaz y versátil en el que se basan los últimos triunfos caseros de la Unión Deportiva y, por consiguiente, casi cualquier otra cosa que lleve aparejada un toque de genialidad.

Esta tarde, a las 17.30 horas (sin televisión en directo), no estará Viera sobre el verde para enfrentarse al Girona FC de Josu Uribe y Roberto Santamaría, ambos en el banquillo. Por lo tanto, deberán ser otros los que generen la luz.

Momo es el sustituto natural. No sólo en este encuentro frente a un adversario decadente, sino también en las próximas temporadas cuando los pasos del mediapunta de La Feria se hallen lejos del clima templado de la capital grancanaria. El ex jugador del Real Betis, después de varias tomas de contacto insustanciales, ha empezado a mostrar en los entrenamientos destellos consistentes. En el partidillo de entre semana, Momo, con la cabeza y las piernas frescas, se atrevió a encarar, gobernar y coordinar el ataque desde el sector izquierdo, su lado natural. "¡Tú ponte allí, tú al otro lado!", ordenó a sus compañeros, la mayoría con menos kilometraje en un terreno de juego con una competición profesional de por medio.

La adaptación al grupo del interior zurdo es una enorme noticia para Juan Manuel, quien también pierde para esta tarde a Javi Guerrero, quien cumple castigo por acumulación de amonestaciones. Sin embargo, a pesar de la disminución de talento en la vanguardia, la Unión Deportiva tiene munición de sobra para percutir sobre cualquier rival de la categoría, más al Girona, que no ha sumado una victoria fuera de casa en trece partidos, un verdadero lastre que mantiene a los gerundenses atornillados a los últimos lugares de la clasificación.

Menos estrés

Por segunda semana consecutiva Juan Manuel se enfrenta a un exentrenador amarillo, esta vez es Josu Uribe, que genera mucho menos estrés en el preparador de La Isleta que su predecesor en el cargo, Paco Jémez. El técnico asturiano, que tomó la alternativa en los banquillos profesionales en Las Palmas, en la turbulenta temporada 2002-03 con impagos y huelgas de futbolistas incluidas, llegó ayer a la Isla valorando el talento de la plantilla amarilla, sobre todo, en los partidos como anfitrión.

"El jugador canario se siente muy cómodo en casa", sentenció Uribe durante la previa del partido para justificar la buena racha de la Unión Deportiva en el Gran Canaria, donde ha ganado sus tres últimos partidos en casa (Barcelona B, Guadalajara y Nàstic de Tarragona), ofreciendo una versión desigual en su juego. Jonathan Viera ha sido decisivo en los dos últimos compromisos, por lo que su ausencia eleva el nivel de dificultad de la contienda para Las Palmas. El entrenador y la grada esperan un paso adelante de los secundarios para que el apagón no se convierte en un mundo.