- Ya tiene el FIBA Europe Techno Centre en marcha y en Gran Canaria. ¿Qué sensación le produce?

- Pues muy buena. Yo quería que estuviera aquí pero hubo momentos de duda sobre todo porque tardamos mucho en concretar los apoyos cuando había muchos países que lo querían, como también lo quería Madrid.

- ¿Temió porque no fuera a ser ésta su ubicación?

- Sí y le dije a Miguelo Betancor que no podíamos esperar más porque necesitábamos patentar las herramientas.

- ¿Ha sorprendido mucho la presentación?

- Si se me permite decirlo de esta manera, fue la hostia.

- ¿Ha tenido repercusión también fuera de la Isla?

- Ha salido en mucha prensa internacional y además desde el punto de vista turístico ha sido muy positivo. Nuestra parte del acuerdo conlleva servir de nexo entre Canarias y distintas fuentes emisoras de turismo y, en este sentido, trajimos a los ministros de tres países. Es un paso para que se puedan dar futuros acuerdos.

- ¿Qué potencial le ve al centro?

- Muchísimo. Hemos empezado bien ya que estamos dando pasos muy rápidamente, tenemos herramientas en uso y muchos proyectos en camino. Además, no quiero que el dinero sea un inconveniente y no lo será. Lo que produzca se reinvertirá en el centro.

- ¿Cómo ha visto el ambiente del baloncesto en la Isla?

- Muy bueno, aunque me gustaría ver a jugadores de aquí en el equipo local, pero entiendo que es difícil porque hay pocos. Lo importante es que se juegue y que la gente se ilusione.

- ¿Sigue usted la actualidad del Gran Canaria 2014?

- De vez en cuando. Tengo 51 países y mucho que ver. Sé que este año ha perdido algunos partidos tontos y que ha ganado otros muchos. Podría estar mejor, pero no está tan mal.

- ¿Cómo ve la salud del baloncesto europeo?

- Yo soy positivo. Ahora pasamos un momento crítico. La crisis está presente y hay países que lo están pasando peor que España. Pero, por encima de esto, veo que hay voluntad por parte de las federaciones nacionales a la hora de acometer nuevos proyectos. Hay un tema del que estoy muy orgulloso y que es un proyecto mío que es el trabajo con los jóvenes. Tenemos muchos importantes torneos. El desarrollo nace con los jóvenes. Sacamos jugadores cada año. En el Real Madrid, por ejemplo, a Mirotic, Llull o Sergio Rodríguez.

- ¿Otro sería Ricky Rubio?

- Sí. Recuerdo una final contra Rusia que metió 51 puntos y llevó el partido a la prórroga con un triple desde el centro del campo.

- ¿Cómo lo ve en la NBA?

- Creo que la NBA está hecha para Ricky. Él es un espíritu libre y en Europa los entrenadores son más conservadores, pero allí le ves hacer cosas que impresionan. Puede ser uno de los mejores si aprende a anotar más puntos.

- ¿Son ahora los europeos los protagonistas en la NBA?

- Ahora hay más y eso se ve también en las competiciones internacionales. Si algo hemos hecho bien es aumentar a 24 equipos.

- Su nombre sonó por primera vez en España con la Plata de Los Ángeles 84, una final contra EE UU que usted arbitró.

- Para mí fue un honor. El equipo americano tenía a universitarios como Jordan, Ewing o Jeff Mullins. Fue un equipo fantástico. Lo mejor fue que España llegó a esa final. Todavía tengo contacto con Romay, Corbalán, Epi y toda esta gente. Además, recuerdo a Fernando Martín. Era un buen equipo pero el de ahora es mejor.

- En Pekín estuvimos cerca.

- Sí, pero el equipo americano era muy fuerte. España está ahora muy bien. Le quedan estas Olimpiadas y el próximo Mundial y después debe pensar en una renovación porque sus estrellas se van haciendo mayores.

- ¿Puede repetirse una final entre España y EE UU?

- Creo que es muy posible. Yo lo veo, con permiso de Francia, Rusia o Lituania, si entran.

- ¿Estará el Techno Centre en las Olimpiadas?

- No. Estará en el futuro. No son torneos nuestros, pero si nos lo piden estaremos.

- Creo que han mantenido reuniones con la NBA.

- Sí, pero el lockout lo bloqueó todo y hemos perdido el año. Las herramientas del Techno Centre no se ponen ningún límite.

- Durante muchos años, la tecnología ha sido un tabú en relación con el arbitraje.

- Sí, es la mentalidad del fútbol. El deporte tiene que cambiar y aceptar la tecnología como ha hecho el baloncesto. Esto cuesta porque depende de gente que debe cambiar, como Blatter, que no quiere. Hoy en día todo es inmediato y sencillo. El gol es gol, no cambia nada. Por eso Gran Canaria es pionera con el único centro que existe para ello en todo el planeta.