Una perla en el ojo del huracán. Jonathan Viera, estandarte de magia del cuadro grancanario, sufrió ayer su tercera expulsión en esta temporada (y la tercera en su carrera profesional en el primer equipo amarillo). Corría el minuto 76 de contienda cuando, en el banderín de córner entre Tribuna y Naciente, Viera cayó en la provocación del lateral del Numancia Unai Expósito.

Tras el enésimo pulso por el tesoro del gol, Unai se encaró con Viera. El grancanario aceptó el pulso y terminó lastimado en el suelo. El veterano defensor (que se retiró sangrando con un corte en la cabeza) encendió la mecha y el de La Feria repelió el golpe. Roja y un nuevo desliz en su expediente.

En mitad del asedio grancanario, con el meta Zabal pidiendo clemencia, la UD se disfrazó de ángel exterminador. Con un caudal infinito, el cuadro grancanario coqueteaba con el 1-0. Momo, por la derecha, y con Viera, por el carril izquierdo, el frente ofensivo era un torbellino de éxito. La entrada del argentino Mauro Quiroga había trazado las líneas maestras. Ataque total. Y al abordaje de furia se incorporaba Portillo -m. 75-. La gloria era una cuestión de paciencia.

En esa lluvia atómica, Unai desató al peor Viera. El canterano, que no marca desde la 25ª jornada ante el Nástic de Tarragona [cuenta con ocho dianas y sólo dos en la segunda vuelta], mordió el anzuelo y tuvo que ser retirado por las asistencias médicas. Vio la roja desde el suelo, quejándose de un golpe en el rostro. Y sólo cuatro minutos después llegó el éxtasis.

David González engañaba al meta del CD Numancia Zabal y firmaba el 1-0 desde el punto de penalti. El único tanto amarillo fue presenciado por Viera justo detrás de la portería de Naciente. Fue testigo de excepción de la resurrección del navío amarillo que veía la luz.

De la roja al 1-0. Juan Manuel Rodríguez agotó el último movimiento táctico y dio entrada a Roque Mesa. El extremo Momo, bajo un manto de aplausos, puso fin a su participación en un movimiento defensivo. La UD recuperó la línea de cuatro con Roque Mesa, David García, Laguardia y Ruymán.

En el siguiente fotograma, Jaio fusilaba a Mariano Barbosa tras rematar de cabeza desde el segundo palo. Mazazo con mayúsculas. Una película de terror en doce minutos de ruleta rusa.

El huracán de emociones deja en entredicho la falta de serenidad de Viera. Tercera expulsión en las últimas diez jornadas (las dos anteriores fueron frente al Guadalajara [23ª] y el Córdoba [26ª]). Y es que en las últimas diez finales del campeonato, la perla suma tres rojas y dos goles. Letal como generador de peligro, su rol como artillero se evapora. Un infierno que decora con tres rojas en sólo dos meses. Son los fantasmas de Viera.