Legionarios de la causa amarilla por 1.100 euros al año. Pasión y devoción en la grada más cara del Partenón. Paraíso Tribuna Vip. Un planeta con sillones acolchados, parquin exclusivo y consumiciones durante el descanso. Café y refrescos para todos. La roja a Viera o el penalti sobre Quiroga se viven en alta definición. Es el mejor asiento del estadio de Siete Palmas. Una cuestión de clase y fidelidad.

Francisco Martel Rodríguez, empresario grancanario de 66 años, mima su tesoro: Asiento 27 en la fila 5. Ha pagado para presenciar a la UD 700 euros para esta campaña 2011-12 (categoría de jubilado y cuenta con una rebaja de 300 euros). Se ubica en la zona más elitista del recinto de Siete Palmas desde el curso liguero 2003-04. Encadena ocho temporadas con la mejor butaca de la Zona Vip -justo encima del palco y en paralelo con la línea del centro del campo-. En total, ha desembolsado unos nueve mil euros por la UD desde que se inaugurase el recinto de Siete Palmas en mayo de 2003.

"A uno le gusta estar donde hay cierto nivel. Esta grada es diferente; tiene una esencia especial. Sigues a la UD con una paz total, ya que nadie te molesta", relata desde su trono. Amante barroco del juego de David González, recalca que la crisis ha vaciado el paraíso. "En comparación con la temporada pasada, se han dado de baja casi un 80% de los abonados de esta tribuna. Pero yo sigo fiel a mi equipo y a mi asiento; sólo animaría desde esta posición", confirma.

Martel, asiduo a los entrenamientos del equipo amarillo en Barranco Seco y en el estadio, guarda en su cartera una imagen de Santa Rita (patrona de las causas imposibles). El empresario detalla que en caso de lograrse el ascenso del cuadro de Juan Manuel Rodríguez a Primera habrá peregrinaje a la ermita de Santa Rita (Vecindario). "Ya somos casi sesenta aficionados y es una promesa que hemos realizado por amor y fe por el equipo y Santa Rita", finaliza.

Un rey en la fila siete

Pedro Hernández Afonso tiene 59 años y también es empresario. Domina el sector de las frutas y verduras. Es un devoto de Juan Manuel Rodríguez, al que tilda como el "número uno". Ha pagado 1.085 euros por su asiento en la fila 7. Su condición de vip encadena ocho cursos. Se enamoró de la UD hace cincuenta años. "Desde que era niño sigo a mi equipo; pero lo hago de forma exclusiva. A mí no me vale eso de animar al Barça o al Madrid. Mi color es el amarillo y sólo tengo un escudo", confiesa el fiel más pasional de la zona noble del Gran Canaria.

Quiroga estrella el balón en el poste y Hernández aplaude la casta de David García. "Reúne todos los valores como lucha, coraje y entrega. Es para mí, de largo, el mejor de la UD".

El marido perfecto de la UD realza "la visibilidad y la circunstancia de tener aparcamiento", como razones capitales.

Casimiro López Caballero también forma parte del planeta más selecto. Con 63 años, subraya que en la Tribuna Vip "no hay follones y estás bajo techo por si llueve. Es un lugar de nivel", destaca desde su asiento 27, por el que ha pagado 700 euros.

Pedro Galván se abonó en julio y tuvo que desembolsar 1.185 euros. La inversión ha merecido la pena. "Aquí me siento importante; como un famoso", apunta. Hernández antepone los sacrificios. "Me privo de 300 whiskys por ser, aquí, el rey de la UD".