El español David Ferrer es consciente de que tiene la presión en la final del Másters 1.000 de París-Bercy de mañana contra el polaco Jerzy Janowicz, que nunca había disputado un partido en este tipo de torneos.

"Voy a jugar contra un jugador desconocido, pero esta semana está a un nivel altísimo, es un jugador que dará mucho que hablar, espero que mañana no tenga el día inspirado y pueda hacerle daño", aseguró el español, cuarto cabeza de serie y que en semifinales eliminó al francés Michaël Llodra por 7-5, 6-3.

Será la cuarta final de un Másters 1.000 para Ferrer, que perdió en 2010 en Roma contra Rafa Nadal, su verdugo al año siguiente en la final de Montecarlo, el mismo año en que cayó en Shangai contra el escocés Andy Murray.

"Son dos jugadores que están por encima de mi nivel. El de mañana no sé cómo va a reaccionar en una final, pero él tiene cero presión y yo mucha más. Lo afronto como un partido más en mi carrera, si gano es un sueño cumplido y si pierdo no va a cambiar nada en mi vida", dijo el de Xàvia.

"Estoy tranquilo, es una final muy importante, que trataré de afrontar de la mejor manera posible. Trataré de hacer mi juego, ojalá vaya bien", agregó.

Ferrer espera un partido muy similar al de hoy contra Llodra, en el que el francés presionó mucho con su saque y subió constantemente a la red.

Sobre Janowicz dijo: "Juega muy rápido. Me ha sorprendido que saca muy bien y tiene muy buenos porcentajes de primeros servicio. No volea tan bien como Llodra, pero le pega bien desde el fondo de la pista. Tendré que ser agresivo con mi juego, no especular. Además, tendré que estar atento, porque hace muchas dejadas".

"Será un partido a largo plazo, no puedo ganar de primeras contra gente que saca muy bien y que juega sin ritmo. Hoy he estado bien, consistente todo el partido hasta que he visto mis oportunidades", agregó.

Pase lo que pase mañana, Ferrer concluyó que "este es el mejor año" de su carrera, con seis títulos ganados, que pueden ser siete si se alza con su primer Másters 1.000.