El español David Ferrer, que hoy ganó en Bercy el primer Másters 1.000 de su carrera, aseguró que se ha quitado una espina al lograr un trofeo de esta categoría, que faltaba en su palmarés.

"Me he quitado una espina que tenía clavada. Llevaba cierto tiempo estando a rueda de los 'top 10', había ganado bastantes títulos y no haber ganado nunca un Másters 1.000 me daba pena. Ya me he sacado ese peso de encima", aseguró el levantino poco después de derrotar en la final de Bercy al polaco Jerzy Janowicz por 6-4, 6-3.

Ferrer, quinto mejor tenista del momento, aseguró que había empezado a dudar, a sus 30 años, poder lograr alguno de los nueve torneos que están por debajo de los cuatro Grand Slam.

"Sabía que con los cuatro mejores iba a ser muy complicado, que nunca lo iba a conseguir, pero por fortuna en este torneo se ha dado todo para que pudiera ganar", afirmó el de Xàvia.

El español indicó que será difícil completar una temporada mejor que la que está haciendo.

"Es difícil que dé un salto más, soy cinco del mundo, es el mejor momento de mi carrera y los cuatro primeros están a un nivel superior a los demás. Yo siempre intento mejorar mi juego, superarme a mí mismo, pero lo veo difícil", indicó.

Pese a la alegría especial que le ha supuesto su triunfo en Bercy, Ferrer indicó que los mejores momentos de su carrera los ha vivido en la Copa Davis.

"Es difícil comparar. En la Copa Davis he vivido las mejores sensaciones de mi vida, momentos muy bonitos que he disfrutado mucho. Ganar aquí también es muy bonito, es un torneo muy importante a nivel individual, pero me quedo antes con la Copa Davis", señaló.

También confesó que le hubiera gustado ganar en tierra batida, su superficie preferida, donde disputó las finales de Roma en 2010 y Montecarlo en 2011, derrotado en ambos casos por Rafael Nadal.

"Nunca me hubiera esperado ganar un Másters 1.000 y menos en una pista cubierta tan rápida. Eso es bueno, porque significa que he mejorado mucho en mi juego, que me adapto bien a todas las superficies. Al final he ganado títulos más importantes en pista rápida que en tierra", dijo.

"En este momento de mi carrera, cualquier Másters 1.000 me valía, pero ganar en Roma o en Montecarlo tiene más historia, sobre todo para nosotros" los españoles, agregó.

En cualquier caso, Ferrer aseguró que el triunfo en París es muy importante para su carrera.

"Este triunfo sabe a muchas horas de trabajo, de sacrificio, de perseguirlo como nunca. Al final lo he podido conseguir. Lo estoy asimilando, porque todo ha ido muy rápido, pero lo disfrutaré al máximo, al menos hoy, mañana tengo que pensar en otro torneo", comentó.

El de Javea apenas se dará el gusto de cenar esta noche con su equipo, pero no habrá una gran celebración, porque el martes próximo debuta en la Copa de Maestros de Londres contra el argentino Juan Martín del Potro.

"Cuando gané Valencia (el pasado domingo) lo celebré con una cena muy sencilla con mi familia. Ahora igual, lo celebraré con moderación con mi equipo porque quedan dos citas muy importantes y quiero hacerlo bien. Luego tendré tiempo de tomarme diez días de vacaciones y disfrutarlo", señaló.

Los triunfos de Valencia y, sobre todo, el de Bercy, le dan confianza para afrontar el torneo londinense, aunque Ferrer es consciente de que llega con más partidos y, por tanto, más cansancio que sus rivales.

"Llego con mucha confianza, he ganado dos torneos seguidos, pero también es cierto que llego con más partidos que los demás. Intentaré dar lo máximo de mi. Va a ser complicado ganar algún partido porque son los mejores del mundo", aseguró.

Siempre modesto, Ferrer restó importancia al hecho de ser el tenista que más títulos suma esta temporada, siete, uno más que el suizo Roger Federer.

"Es cierto que él tiene menos títulos pero son más importantes, igual que Djokovic, Murray o Nadal. Pero es el mejor año de mi carrera, he progresado mucho, aunque no llego al nivel de los cuatro grandes, estoy un poco por debajo", afirmó.

Ferrer tuvo palabras de alabanza para el joven Janowicz, que a sus casi 22 años se encaramó a la final procedente de la fase previa y tras vencer a tenistas de la talla de Murray, Janko Tipsarevic y Marin Cilic.

"Si ha llegado a una final de un Másters 1.000 quiere decir que tiene un gran futuro. Tiene un gran juego, será uno de los diez mejores del mundo, tiene el juego para ello, aunque en el tenis nunca se sabe", señaló.