El serbio Novak Djokovic se impuso hoy en la Copa de Maestros al británico Andy Murray (4-6, 6-3 y 7-5, en dos horas y 34 minutos) tras remontar un primer set en contra que se había anotado el tenista local en el O2 Arena de Londres.

El resultado deja en el aire el pase a las semifinales del torneo: Djokovic entrará en la siguiente ronda si el francés Jo-Wilfried Tsonga se impone esta noche al checo Tomas Berdych, mientras que Murray deberá esperar al último encuentro de la primera fase para sellar su clasificación.

El número uno y el tres del mundo reeditaban por séptima vez esta temporada uno de los choques más reñidos del circuito, que ha deparado partidos de casi cinco horas en dos ocasiones este año: en Australia, donde Djokovic se impuso en semifinales, y en el último encuentro del US Open, que otorgó al escocés el primer Grand Slam de su vida tras cuatro finales frustradas.

Así las cosas, se preveía un duelo ajustado que decidirían los detalles, empezando por las dudas o la falta de concentración que padecía Djokovic en los primeros compases, como ya le ocurrió el lunes ante Tsonga, que le acabó llevando al desempate del primer set.

A pesar de que Djokovic vuelve a ser el primer tenista de la ATP desde esta misma semana, cualquier falta de atención se paga cara ante el reciente campeón olímpico, que aprovechó los titubeos iniciales del serbio para llevarse el primer juego al resto y obligar a su rival a ir a remolque durante toda la primera manga.

La ruptura fue una llamada de atención para el primer favorito sobre la superficie azul de el O2 Arena, que agudizó su concentración a partir de entonces.

Djokovic mejoró su saque y frenó la sucesión de errores no forzados que había lastrado su juego al inicio del duelo, pero ya era demasiado tarde para remontar la ventaja que había adquirido el inspirado tenista local en el primer set, que disfrutó de su primera bola ganadora con 5-3.

El escocés, eterna promesa del tenis británico durante años, ha roto su techo esta temporada al ganar en Estados Unidos y en los Juegos de Londres, y se ha afirmado como uno de los deportistas en activo más insignes del Reino Unido.

Con 25 años y en el mejor momento hasta ahora de su carrera, Murray es uno de los principales favoritos, junto con el suizo Roger Federer y el propio Djokovic, a llevarse un torneo que ha disputado en cinco ocasiones y en el que ha alcanzado las semifinales en dos (2008 y 2010).

Entre los mejores del circuito, sin embargo, puede darse cualquier resultado: en el segundo set, el serbio demostró que sus problemas en el primer parcial eran puntuales, y no estructurales, cuando desbarató el saque de Murray para ponerse 4-2 arriba y abrir así una nueva fase del el encuentro en la que el escocés comenzó a acusar algunas de sus inseguridades.

Murray, que siempre ha echado de menos algo de aplomo en las situaciones límite, golpeaba la raqueta y exhibía su frustración al verse por detrás en el marcador tras haber dominado el encuentro hasta entonces.

El set decisivo llegó tras casi hora y media de juego, y se alargó durante una hora más, el mismo tiempo que requirió ayer Federer para librarse del serbio Janko Tipsarevic: en el embate final, fue Djokovic el que supo mantener una racha ganadora demasiado enérgica para que Murray pudiera revertirla.