Está en racha el Granca, que ha aprovechado el calendario como acostumbraba en sus mejores temporadas ACB. Los amarillos andan ya entre los ocho primeros, y tienen ahora una buena ocasión para consolidarse arriba, porque llega un equipo al CID que no está demostrando demasiada pegada en lo que llevamos de competición: el Fuenlabrada de Porfi Fisac. El Fuenla tendrá, más o menos, la misma exigencia que el Canarias en el último derbi. La propia que empieza a pesar en un conjunto que sólo ha ganado un partido, y que debe remontar pronto el vuelo para no anticipar dramas.

Esa presión añadida jugó a favor de Herbalife en Tenerife, donde, a pesar de la victoria, no tuvo una de sus mejores mañanas ofensivas. En el tramo final del choque los locales erraron algunos tiros que habrían cambiado el signo del resultado, en un momento en el que los de Pedro Martínez no habían conseguido ese par de canastas para asegurar el resultado.

Pecados veniales, dada la estadística actual del Gran Canaria. Pero ojo, otro enemigo más ligero de cabeza seguro que no se habría mostrado tan inocuo. El Granca también sufre este año esos minutos-colapso en ataque. Es evidente que las bajas en la zona y el proceso de adaptación de los nuevos son atenuantes a considerar. Con todo, hay que rematar y tener instinto asesino en esta Liga, porque luego las remontadas en contra son losas que permanecen en la psique colectiva.

Lo mejor de todo para este remozado Herbalife es que sigue sumando. No hay nada como las dinámicas ganadoras para corregir errores, integrar y adaptar al arsenal recién adquirido y recuperar convenientemente a los lesionados. Luego, el calendario no será tan benévolo. Toolson tendrá que enseñar más su capacidad anotadora y seleccionar mejor sus tiros. Slokar tendrá que pesar mucho en la arquitectura de juego del equipo y habrá que conseguir más equilibro ofensivo. Y seguir defendiendo como leones. Se puede ser aún mejor.