El Barcelona Regal parece que empieza a carburar en todos los frentes. Tras la exhibición de hace tres días ante el CSKA de Moscú en la Euroliga, el conjunto azulgrana dio otra lección de baloncesto, esta vez en la Liga Endesa frente al Assignia Manresa, al que hundió aún más en la clasificación al pasarle literalmente por encima (89-47).

Los 42 puntos de ventaja son la peor derrota del conjunto manresano en la era ACB y le deja como colista en solitario, después de la victoria hoy del Canarias en la cancha del Cajasol.

Los hombres de Xavi Pascual, dolidos por la pobre imagen ofrecida en Vitoria, arrancaron con un 14-2 demoledor que obligó a Jaume Ponsarnau a pedir su primer tiempo muerto y, no aflojaron hasta pocos minutos del final del choque.

A la conclusión del primer período, los locales ya ganaban por 18 puntos (27-9) y ocho de los diez jugadores que habían estado en pista hasta ese momento habían anotado alguna canasta.

Con un excelente defensa, un dominio total del rebote, una endiablada circulación del balón y un gran acierto en el tiro (un 64 por ciento en tiros de campo durante la primera parte), el Barça destrozó al equipo manresano, incapaz de frenar el vendaval de juego azulgrana.

El baloncesto coral del Barcelona, con Tomic y Huertas con un papel destacado, fue a más con el paso de los minutos. El Assignia contribuyó además con constantes lagunas en defensa que permitieron al rival lograr canastas fáciles hasta llevar el marcador al descanso a un sonrojante 54-18.

Los del Congost se marcharon al vestuario con solo diez rebotes capturados, frente a los 23 del Barça, un pírrico 24 por ciento en tiros de campo (1 de 10 en triples) y la valoración negativa de cinco de sus jugadores. Un auténtico desastre que confirma por qué ya es el único equipo que ha perdido los siete partidos de Liga disputados hasta ahora.

Los visitantes, como no podía ser de otra manera, mejoraron algo sus prestaciones tras la reanudación. Lorbek y Jawai asumieron el mando en el ataque azulgrana y el Barça alcanzó por primera vez los 42 de ventaja (64-22, min.26).

Pero ahí acabó la sangría para el conjunto manresano. En parte, porque el Barça no quiso ahondar aun más en la herida y también porque la actitud defensiva de los de Jaume Ponsarnau mejoró.

Hanga y Arco, los dos mejores jugadores visitantes, anotaron varias canastas en la recta final que impidieron que aumentar la brecha en el marcador hasta llegar al definitivo 89-47.

Victoria clara del Real Madrid

Por su parte, el Real Madrid acabó friendo a triples a los "hombres de negro", a los que venció por 98-84 tras endosarles 18 triples con un 53 por ciento de efectividad, lo que le permite seguir siendo el único equipo invicto de la competición.

El Real Madrid decidió freír a triples a los bilbaínos y prácticamente lo consiguió en el primer cuarto con 8 aciertos de 13 intentos, en un casi increíble 62 por ciento de efectividad.

Pero tan bien le funcionó el tiro de larga distancia al Real Madrid que casi se olvidó de todo lo demás. De defender, de jugar balones interiores, de que cerca del aro es más fácil conseguir puntos. Todos los jugadores se quisieron sumar a la fiesta que encabezó Sergio Llull con tres, Rudy y Mirotic con dos y Carlos Suárez con un triple.

El 28-20 del final de los primeros diez minutos de juego quizá no refleje exactamente el poco compromiso defensivo de ambos equipos.

La fiesta no continuó en el segundo periodo. Al contrario, el Gescrap Bizkaia enseñó las uñas y con un 0-8 en apenas dos minutos equilibró el marcador a 28. Entonces apareció la figura de Martinas Pocius para anotar 15 puntos en 9 minutos y devolver la ventaja a su equipo.

Pocius anotó 3 de 4 triples, 4 libres sin fallo y uno de los tres tiros de dos que intentó, además de 2 rebotes. Fue el auténtico dueño y señor del cuarto, que finalizó con 53-41 favorable al Real Madrid, que, por momentos, también intentó defender.

La ausencia de Raúl López, lesionado, en las filas vizcaínas se deja notar mucho y aunque Mumbrú y Grimau tratan de tirar de galones y veteranía, se echa en falta un director, toda vez que Zisis no acaba de convencer y Vasileiadis está para anotar, no para crear.

El Madrid apenas bajó el pistón de los triples con 11 de 19 (58%) al descanso.

Faltaba Rudy por adquirir protagonismo, que aprovechó la transición del tercer cuarto para erigirse en el máximo anotador de ese período con diez puntos, que el Madrid finalizó con un 78-62 que prácticamente sentenció la victoria.

El porcentaje de aciertos en el triple bajó hasta un 54 por ciento (14 de 26), aunque nada preocupante porque el Gescrap fue a tirones y cuando se acercó en el marcador tampoco pareció ser un temible rival.

En el último periodo los bilbaínos intentaron con un 0-6 en los primeros dos minutos, 80-70, llegar con opciones a un hipotético final igualado, pero Pablo Laso pidió tiempo muerto para recordar a sus jugadores pasados episodios anteriores, que si bien finalizaron de forma positiva sembraron dudas en el equipo y la afición. La cosa no fue a mayores.

El Madrid, al final, no consiguió siquiera alcanzar la centena de puntos pero consiguió una cómoda victoria, la séptima, que le permite seguir siendo el único invicto.