El último triunfo ante el Hércules fue un ejercicio de solvencia.

Fue una victoria importantísima y ante un rival en una situación complicada. Logramos actuar con tranquilidad y sabíamos que así provocaríamos peligro. El equipo ganó -por 0-2- pero podíamos haber hecho más goles. Me quedé rascado por el penalti fallado, aunque no dimos opciones al rival.

El escenario ha cambiado. El equipo ya logra adelantarse y no tiene que remar en contra desde el inicio, como sucedía en las primeras jornadas del campeonato.

Son dinámicas, el fútbol es justo ahora con nosotros. Al inicio hubo partidos malos y ahora, gracias al trabajo, llegan los resultados.

Tras seis victorias consecutivas -cuatro de Liga y dos de Copa-, ¿la confianza del plantel se ha convertido en un arma letal?

El fútbol son estados de ánimos y el equipo supo asumir el grado de responsabilidad cuando hubo partidos complicados. Y al final, se logró salir. Ahora el equipo está con plena confianza, todo es más fácil. Todo el mundo trabaja y corre y eso te da las victorias. Llega el fruto a tu esfuerzo y esperemos que siga así.

¿Qué grado de complejidad tiene mantener esta racha?

No es nada fácil y todo lo sabemos. Es difícil de mantener esta dinámica y tiene mucho mérito ya que en Copa logramos batir a un Primera -el Rayo de Jémez-. Considero que se debe valorar. Pero nada más, la última victoria es solo un paso más. Esto es muy largo y es vital no descolgarse en la tabla.

En el plano individual, estamos contemplando a un Momo combativo y repleto de sacrificio.

Me siento físicamente muy bien y así ayudo más al equipo. Yo contagio a mis compañeros y ellos a mí. Y bajo esta línea de solidaridad, las cosas salen mejor. Antes faltaba esa pizca de hablarnos un poco más y esa fortuna de cara al gol.

¿Considera que al inicio de Liga se añoraban su rol combativo y el de Nauzet Alemán?

Antes no estábamos bien pero ahora sumamos todos y se nota. Tenemos esa experiencia y más responsabilidad, una condición que asumimos para que el equipo mejore y aportar granitos de arena.

El equipo está a tres puntos de la promoción: nos olvidamos de mirar hacia la parte baja...

Hay que ser ambiciosos pero respetando a los rivales. Hemos salido de una zona complicada y hay que ser consecuentes. El equipo se marcó un objetivo al inicio de la competición y trabajamos para que se cumpla. Nos metimos en una situación complicada pero con humildad y trabajo se sale.

Y ahora tocan Xerez y Córdoba en Siete Palmas. Sería ilusionante sentir el respaldo de la grada.

Sí, para todo futbolista que la gente acuda al estadio es vital. Para lograr triunfos, precisamos de ese empujoncito. Ahora llega un partido bonito ante el Xerez -equipo con el que subió a Primera el jugador isleño-, pero hay que ir con respeto. Es difícil ganar dos partidos en casa, lo que elevaría a ocho el número de triunfos consecutivos. Los rivales nos respetan más pero hay que ser cautelosos.