Pulso de estrategas cómplices en Las Palmitas. Rubén Coméndez (Valladolid, 1971), que afronta su primera temporada como técnico del Vecindario, visita este viernes al Estrella, desde las 21.00 horas, en un derbi frenético. Tras casi 15 años de espera, los equipos sureños se reencuentran en duelo oficial con un punto de diferencia -los verdillos son quintos con 21-.

Coméndez, tras colgar las botas el pasado mes de mayo, se cita por primera vez con Pepe Sánchez, técnico del Estrella y que dirigió al vallisoletano en el cuadro blanquinegro. "Es un partido más pero sé la rivalidad que hay. Hace muchos años que no se disputa y en pretemporada ya se pudo ver el grado de intensidad que existe", detalla.

Con más de 600 partidos en la categoría de bronce, Coméndez fotografía el vestuario del Vecindario, aún respira como futbolista. "Se vive con muchas ganas, vendrá bastante público y el sábado una de las aficiones podrá sacar pecho. Un cúmulo de ingredientes que lo hacen más atractivo. Solo desean que llegue la cita", confirma el preparador.

Y en la otra trinchera, un veterano con impronta de fabricar talentos como Mandi o Álex Cruz. "Pepe Sánchez es un amigo. Lo respeto muchísimo, tiene unos valores increíbles y con notables conocimientos. Solo tengo palabras de agradecimiento. El año que estuvo con nosotros siempre dio la cara por los jugadores. Le tengo mucho aprecio", argumenta.

Con un recorrido eterno como futbolista -colgó las botas con 39 años-, Coméndez ubica a Sánchez como "de los mejores y más flexibles entrenadores que he tenido. Destaco su sensibilidad y carisma".

Tras un inicio dubitativo -solo logró sumar un punto de nueve-, el Vecindario de Coméndez ha ganado seis de los últimos nueve partidos en el Grupo Canario. El novato desnuda la resurrección: "La verdad que no ha pasado nada especial; cuando bajas de categoría siempre se presupone que debes ser primero porque sí pero hay que demostrarlo. Precisamos de una adaptación, en esta categoría hay que correr y nos ha costado un poquito. Pero estamos en una línea muy buena", expresa satisfecho.

La motivación es una cuestión de diálogo para Coméndez. Su libro de estilo se fundamenta en la ambición del veterano. "Me queda mucho; intento transmitir mis sensaciones y de lo que he vivido. Y desde ahí motivarles, hacerles ver mis conocimientos. Sacar el máximo, ser ambiciosos y tener hambre de ganar para que puedan progresar y ganarse la vida como futbolistas".

Y del derbi al caminar diabólico de Las Palmas Atlético -líder sólido tras diez victorias consecutivas-. "Será difícil que mantenga ese nivel", advierte sobre el filial amarillo.

Coméndez busca su primera gran victoria. Tomar Las Palmitas exige desnudar a un gran amigo.