El Gran Circo de la Fórmula 1 vuelve a encender sus motores este fin de semana. Y lo hace en un circuito que se estrena por primera vez en el Mundial y con el aliciente del apasionante duelo que mantienen el piloto de Ferrari Fernando Alonso y el de Red Bull Sebastian Vettel, que este domingo tiene su primera oportunidad para proclamarse campeón del mundo de F1.

Tras una temporada llena de emociones fuertes, sólo Alonso y Vettel llegan a esta recta final de la temporada con opciones de hacerse con la corona: Sebastian Vettel y Fernando Alonso. Y llega el alemán con una doble ventaja: la que le confiere la propia clasificación (255 puntos por los 245 del asturiano) y la que le otorga su Red Bull sobre el Ferrari. Raikkonen, tercero en la general con 198 puntos y 50 por disputar, ya está matemáticamente descartado.

Puede Vettel lograr ya el título en Austin gracias a la tremenda remontada que protagonizó en Abu Dabi (21 plazas), igualando el récord histórico de John Watson (McLaren) en 1983. Si a alguien le quedaban dudas sobre la valía real el piloto alemán debería irlas aparcando. Tiene manos, orgullo y valor..., además de un monoplaza impresionante y la fortuna que necesita todo campeón.

La combinación de todo ello le llevó al podio de Yas Marina tras salir desde la calle de garajes, una decisión tremendamente arriesgada de Red Bull, pero que permitió a Adrian Newey y a su equipo trabajar con el coche toda la noche para modificar su configuración, lo que está prohibido saliendo desde la parrilla. Perdió una docena de segundos en la salida, pero lograron que pasara de los 311,9 kilómetros/ hora de velocidad punta en la clasificación a los 321 en carrera. Así no es de extrañar el triple adelantamiento que llegó a protagonizar en la larga contrarrecta del circuito de Yas Marina.

Vettel busca su tercera corona consecutiva -algo que en la historia sólo lograron otros dos pilotos: el argentino Juan Manuel Fangio (1954-1957) y el alemán Michael Schumacher (2000-2004) y lo hace en un mano a mano con un irreductible Fernando Alonso.

El asturiano, con once podios ya esta temporada y 84 en el global (sólo tras los 106 de Prost y los 155 de Schumacher) ha conseguido el primer objetivo que se había marcado: Llegar a la recta final aún con opciones de conseguir el título. Y es más de lo que cabía esperarse de un F2012 incapaz de presentar pelea por la victoria en toda la segunda parte del Campeonato ante el acelerón de otras escuderías como Red Bull, McLaren e incluso Lotus. Y esa incapacidad mecánica de luchar por la victoria pese a la regularidad en el podio -dos más que Vettel este año, cuatro más que Raikkonen- no sólo ha lastrado al piloto ovetense, sino que se antoja su gran problema para remontar a Vettel. Sin al menos una victoria en las dos últimas citas habría que fiar prácticamente toda la suerte a un abandono del alemán para conquistar un tercer título que lleva ya media docena de años persiguiendo con tres escuderías distintas: Renault, McLaren y Ferrari.

De esta manera, a falta de dos carreras para que concluya el campeonato (el GP de Estados Unidos de este fin de semana y el de Brasil de la semana que viene), Vettel aspira a certificar ya en tierras americanas su tercera corona consecutiva. Para ello necesita ganar en el debutante circuito de Austin y que Alonso sea como máximo quinto; segundo y noveno, o tercero y que el asturiano no puntúe. Cualquier otro resultado aparcaría la resolución hasta el GP de Brasil que se disputará el domingo 25 de noviembre en el circuito de Interlagos, para regocijo del patrón Ecclestone y esperanza del "alonsismo?.