El populoso barrio capitalino de La Isleta, cuna de grandes deportistas, en especial futbolistas y boxeadores, llora el adiós de uno de sus grandes ídolos de todos los tiempos. Ayer falleció, a los 80 años, Vicente Ramos Saavedra (Las Palmas de Gran Canaria, 05 de mayo de 1932), más popularmente conocido como Chato Saavedra, el rey del KO, uno de los principales protagonistas del pugilismo canario en los inicios de la segunda mitad del pasado siglo.

El Chato Saavedra, según señala en uno de sus múltiples libros Servando Vera Gordillo, se inició en la práctica del boxeo el 24 de febrero de 1951 en un combate que disputó, frente a Guillermo César Guillén Cortadilla, al que venció por KO en el primer asalto, en el ring instalado en La Gallera del Cuyás.

En el terreno amateur disputó más de un centenar de combates, la mayoría de ellos acompañados del triunfo. Así, en 1954, en Valencia, se proclamó campeón de España del peso ligero, lográndolo con una hazaña que con posterioridad nadie ha logrado: vencer a sus tres oponentes (Couto, de Aragón; Ena, de Guipúzcoa; y en la final a González, de la Federación Centro), antes del límite en el primer asalto; a los dos primeros por KO y en la final por abandono de su rival.

Asimismo, el Chato Saavedra fue medalla de plata, defendiendo los colores de España, en los II Juegos del Mediterráneo, disputados en Barcelona en 1955.

En el campo profesional, en el que debutó en mayo de 1957, disputó alrededor de 50 combates, colgando los guantes en Madrid el 24 de noviembre de 1961.

Se ha ido, pues, uno de los grandes del boxeo. Descanse en paz.