Ha estado apartado de las canchas de la NBA más de seis semanas por un desgarro en la fascia plantar del pie derecho, pero Pau Gasol, si no hay contratiempos de última hora, volverá esta noche frente a Washington Wizards y lo hará como titular en el cinco inicial de Los Ángeles Lakers.

No está siendo una temporada sencilla para el español. Ha sufrido numerosas lesiones, ha visto a tres entrenadores desfilar por el banquillo californiano y, una vez más, ha adaptado su juego a las necesidades del equipo.

Han pasado los meses. Se han ajustado las piezas. La enfermería se vacía y, tras decir adiós a los días en los que los angelinos eran el peor equipo del Oeste, los 16 veces campeones de la NBA no sólo vislumbran los 'playoffs', sino que sueñan con el título. Sería el tercero en el caso de Gasol, tras las victorias en 2009 y 2010.

"Es posible. Lo considero como una opción real", aseguró el catalán en una entrevista con Efe en la que analizó su relación con Dwight Howard y Mike D'Antoni, los momentos clave de la actual campaña y algunas interioridades del grupo.

No se perdía tantos partidos desde la lesión del Mundial de Japón que afectó a la temporada en Memphis. Esta vez ha coincidido con unas semanas en las que su equipo ha pasado de estar fuera de los playoffs a rozar la séptima plaza del Oeste. ¿Cómo ha vivido este tiempo?

Todas las lesiones son difíciles porque te privan de jugar y hay un proceso de rehabilitación, recuperación... Pasé por dos semanas de muletas, luego llevar una bota para apoyar y caminar otra semana, luego sin bota... El proceso no es agradable para nadie, pero las últimas tres o cuatro semanas han jugado muy bien y estamos en una situación favorable para jugar los playoffs.

Imagino que no se encuentra al 100% aún.

Estoy lejos, tampoco muy lejos, pero sí. Llevo más de un mes y medio sin jugar, así que poco a poco espero ir cogiendo ritmo. No va a pasar de un día para el otro y tardaré unos cuantos partidos, pero espero acercarme a mi máximo nivel, ser más efectivo, encontrarme mejor del pie y físicamente.

¿Teme una posible recaída?

No pienso en ello pero inconscientemente vas con algo de precaución; poco a poco tienes que coger confianza en que no va a suceder y eso se consigue con partidos, entrenamientos y que el pie no dé problemas.

Cuesta creer que este equipo aún no tenga garantizado disputar los playoffs. ¿Se imaginaba algo así al principio de la temporada?

No, poca gente se podía imaginar una situación así o un momento como éste. Hemos pasado muchos baches de todo tipo y ahora tenemos que disfrutar del momento, haciéndonos más fuertes y preparándonos para la siguiente fase. Una vez allí, a lucharlo al máximo, que no va a ser nada fácil.

Su relación con el técnico, Mike D'Antoni, ha dado para escribir un libro. En algunos momentos no se cortaron en absoluto en disimular sus desavenencias. ¿Vio desde el principio que iba a costar que la relación fuera fluida?

Desde el principio, no. Fue más adelante cuando vi ciertos signos y señales que no iban a mi favor y con las que yo no estaba de acuerdo. Es difícil tener a todos contentos y manejar a un equipo con estos jugadores, pero como yo parece que no creo demasiado conflicto pues es más fácil quizás sacrificarme más. Siempre he intentado ser lo más profesional posible y ayudar. Estoy comprometido y quiero ganar, pero también ha sido difícil en cuanto a lesiones y no he podido estar casi nunca al 100%. La relación con D'Antoni es normal, buena, positiva, cordial... Él tiene su dificultad en ese papel y, podré estar de acuerdo o no, pero no por ello le voy a criticar ni a crearle un problema porque no es necesario.

Tras la derrota en Toronto, D'Antoni decidió que a partir de entonces usted saldría desde el banquillo. ¿Pensó que no le valoraba lo suficiente? ¿Se lo tomó como una falta de respeto?

Hasta cierto punto, porque tengo una gran confianza en mi juego. Me valoro bastante debido a la experiencia y los grandes resultados que he conseguido con mis equipos, pero a la vez entiendo que mi juego en esta plantilla y la posición en la que estoy es una cuestión de prioridades. No creo que fuera una falta de respeto porque no era nada personal. Me tiene aprecio y me valora, pero en este sistema es difícil hacer funcionar a todos.

Hoy, si no hay contratiempos, regresa con los Lakers. D'Antoni ha dicho que como titular.

Sí, me lo ha confirmado. Es lo que quiere. Le he dicho que no tengo ningún problema. Estoy a lo que venga, a lo que toque. No dejaré de tener buena actitud y de hacer mi trabajo lo mejor que puedo por circunstancias que están fuera de mi alcance.

¿Prefiere jugar en primera ronda contra San Antonio o contra Oklahoma?

Me da igual. Nos podría ir mejor un estilo de juego más lento, pero los dos son muy fuertes. Los cuatro de arriba están muy bien y será muy difícil batirles en su cancha y ganar una eliminatoria, pero igualmente también creo en nuestras posibilidades por el potencial que tenemos, los jugadores, la calidad y las ganas que le vamos a poner a la hazaña que queremos conseguir.

¿Es posible ganar su tercer anillo esta temporada?

Es posible. Lo considero como una opción real. Es cuestión de coger confianza, tener un poco de suerte, ir con la mentalidad adecuada a cada partido y ganar. Empezar ganando. Si eres capaz de hacerte con el primero, te pones en una situación favorable y si ganas la serie contra un favorito, coges confianza, un ritmo y una dinámica que te puede llevar hasta el final.

Todas las lesiones que ha sufrido esta campaña, ¿influirán en su decisión sobre el Europeo de Eslovenia?

Cierta influencia tiene, pero tampoco es algo que piense ahora. Cuando acabe la temporada, evaluaremos la situación física, lo que he pasado este año y si es contraproducente o lo contrario estar con la selección este verano. Mi deseo siempre es poder estar por la ilusión y el orgullo que me crean, pero tampoco voy a tirarme piedras contra mí mismo con lo que he pasado este año.

Estadísticamente es la temporada más floja de su carrera. ¿Considera que su rendimiento no ha estado a la altura de otros años?

No, para nada. Mi rendimiento, dentro de las circunstancias, has sido más que notable. Estoy contento, tranquilo y satisfecho con mi rendimiento y, si puedo mejorarlo en esta fase final de la temporada, mejor que mejor. Pero dentro de toda la película y teniendo en cuenta el guión, estoy satisfecho con lo hecho hasta ahora.

¿Habló usted en aquella charla privada previa al partido en Memphis? Creo que se dijeron de todo.

Sí, hablé. Hablamos los principales jugadores del equipo y los entrenadores. Fue una reunión para decirnos lo que pensábamos cada uno, a nivel individual y colectivo, para tratar de reconducir la situación y darnos cuenta de que la temporada avanzaba y la posición en la que estábamos era vergonzosa para todos. Intentamos ser críticamente constructivos. Hubo un poco de todo. Algún individuo debía cambiar un poco de actitud. Se vieron cosas que te daban razones de por qué estábamos donde estábamos. Sin duda, ha sido una temporada llena de anécdotas e historias para recordar. Las contaré algún día.

¿Le parece acertada la comparación entre LeBron James y Michael Jordan?

Son muy diferentes. LeBron es muy completo. Sus características físicas son superiores a las de Jordan, pero la calidad global de Michael para mí es inigualable. Kobe Bryant quizás sea el único que se le puede acercar como jugador ofensivo. Kevin Durant puede acercarse también. LeBron hace de todo. Rebotea, tiene un salto y una potencia enormes y asiste muchísimo, más que el propio Jordan. Sin duda, es de los mejores de la historia.

¿Cómo explica lo que está haciendo Bryant a sus 34 años?

Es difícil de explicar. Su ética de trabajo es impresionante. Su dedicación al baloncesto y a ser el mejor es brutal. Excepcional. Parece que los años no pasan por él. Yo lo admiro, lo respeto y alucino.