¿Qué explicación tiene para los registros en la segunda vuelta -tres victorias en nueve jornadas- y por qué no vemos al Granca del primer tramo de la Liga Endesa?

Seguimos en los puestos de playoff, que es donde queremos estar y lo más importante. Es verdad que no estamos encontrando ni las mismas victorias ni la misma fluidez en ataque. Creo que en defensa mantenemos el mismo nivel. La diferencia radica en el ataque, en el intentar jugar con más ritmo, con más fluidez y más acierto. Eso no depende de las ganas; depende del estado de forma de cada jugador.

¿La palabra preocupación figura en su diccionario...?

No es la palabra adecuada, ni la que todo el mundo en el equipo piensa. Si es verdad que hay problemas en ataque para anotar y para llegar a 75 ó 85 puntos en partidos de tanteo alto. Gracias a nuestra defensa que es exquisita, de las mejores de la Liga, conseguimos ganar. Estamos enfocando el trabajo en encontrar tiros buenos y dar con el acierto para buscar las mejores opciones en ataque.

El sábado, primera final ante el Blusens, rival directo en el playoff.

No diría final para no meternos presión. Es cierto que tenemos que ser sólidos en casa. Vienen rivales que son en teoría inferiores -Blusens y Estudiantes por el CID de forma consecutiva- porque lo dice la clasificación. Si competimos en casa estaremos en el playoff. Tras ganar en casa, ya veremos lo que hacemos fuera.

Dos victorias de margen sobre Unicaja -9º clasificado- y el hecho de jugar cinco de los últimos ocho partidos en casa, ¿dibujan un escenario idóneo para el equipo?

No hay preocupación por pensar que no vamos a clasificarnos ni aires de que ya lo hemos hecho todo. Destilamos ambición; queremos jugar al límite y ser competitivos. Hay un colchón, pero todo puede cambiar de un día para otro.

¿Es un error comparar a este Gran Canaria con el que deleitó en la primera vuelta, el que tocó el cielo en la Copa, pletórico de fuerza, y que parece que no volverá?

Eso de que no va a volver es una manera de interpretarlo, es respetable que exista gente que lo diga o piense "que rápido se pierde el crédito". Pero bueno, lo vamos a recuperar, tenemos capacidad para recuperarnos y estamos trabajando duro. La gente viene al entrenamiento voluntario. Hay ganas y la gente cuando falla tiros se enfada, no se van a casa y luego de fiesta (...) Queremos mejorar siempre.

¿Le duelen las críticas?

Paso olímpicamente, la crítica que de verdad me preocupa es la de la gente que me hace crecer. Los que están a mi lado como técnicos, jugadores o directivos. De los que quieren que saque lo mejor de mi. Con la de periodistas o medios no estoy preocupado. Entiendo que todos tenemos un trabajo, cuando se está al mejor nivel hay que hablar y cuando no, hay que hablar. No estamos en un buen momento, en el mejor momento, lo dicen los números y nuestra manera de jugar. No queda otra que trabajar.

¿Y su renovación -acaba su contrato en junio-?

No me preocupa y no haré comentarios. Acabo a final de temporada y ahora no me inquieta.