Karim Benzema superó la fatídica barrera de los mil minutos sin anotar con la camiseta "bleu", una gota más sobre la paciencia de los aficionados que volvieron a despedirle con abucheos.

El madridista ya lleva 12 encuentros internacionales sin marcar, en total 1.011 minutos que le dejan en una situación delicada en su país, donde a las críticas futbolísticas suma las de aquellos que le reprochan que no canta "La Marsellesa".

Benzema no es el jugador decisivo que fue, por fases, en la campaña anterior. Sigue siendo el máximo goleador de Francia en activo, pero ahora sus goles le faltan al equipo.

El madridista sigue contando con la confianza del seleccionador, Didier Deschamps, que sin embargo le sacó en el minuto 83, alto tocado tras un cabezazo con Busquets.

"No es bueno el debate que hay con Benzema, no nos ayuda nada. Karim está en un colectivo, ha hecho cosas buenas, no ha encontrado el gol, pero en el juego le hemos encontrado en otra dimensión. Ha hecho cosas interesantes", dijo el seleccionador tras el duelo de hoy.

El último tanto de Benzema con la selección se remonta a junio de 2012, cuando le hizo un doblete a Estonia. Desde entonces, el atacante no ha marcado.

Benzema ha vestido desde entonces doce veces la camiseta de la selección y ha tirado en medio centenar de ocasiones entre los tres palos de la portería rival. Pero el balón no ha entrado.

Pese a todo, el exjugador del Lyon sigue siendo el máximo goleador en activo de Francia, con 15 dianas.

El problema de Benzema en la selección puede enquistarse más si el jugador no pone fin a la sequía goleadora.

El divorcio con la afición puede agrandarse y la paciencia del seleccionador tiene un límite.

Tras la derrota de esta semana, Francia ya no es dueña de su futuro para acudir al Mundial y Deschamps necesita más que nunca eficacia anotadora que, a la vista de los últimos encuentros, ha encontrado más de la mano de Olivier Giroud, goleador contra España y frente a Georgia.

La prensa también se pregunta por la situación del jugador, del que nadie discute la calidad, aunque hay dudas sobre su actitud.

Benzema no sonríe, como sonreía en la época de Laurent Blanc. Ni en el Madrid ni en la selección es el jugador decisivo de la pasada campaña y las estadísticas están en su contra.