Barcelona y Real Madrid solventaron sus problemas con goles y afrontan con calma la vuelta de los cuartos de la Champions League en una trigésima jornada que ha alimentado las esperanzas del Deportivo, que cada vez está más cerca de la salvación.

En el líder, a falta de Messi, autor de casi el 50 por ciento de sus goles, buenos fueron Alexis y Cesc. Entre ambos, fabricaron y metieron cinco tantos al Mallorca, para acabar con las críticas a su escasa aportación esta temporada y festejar el regreso de Abidal, 13 meses después de someterse a un trasplante de hígado.

En el Bernabéu volvió Iker, aunque al banquillo, y cerró su mejor semana Gonzalo Higuaín, otro jugador puesto bajo la lupa que añadió un gran gol al logrado el miércoles contra el Galatasaray. El Levante, que se adelantó en el marcador y se vio en desventaja en tres minutos, acabó goleado. Sumó un nuevo tanto Cristiano y otros dos Özil.

Mientras tanto, el Atlético sumó su segundo empate consecutivo y observa cómo se aleja a tres puntos la segunda plaza. Sin la chispa de la primera vuelta, con Falcao aislado, cuando no ausente, el conjunto del Cholo Simeone pierde fuelle.

En Getafe, no dio una buena imagen y, aunque puede agarrarse a que buscó más la victoria que el rival o, a la expulsión en el segundo tiempo de Mario Suárez, y en el último minuto de Diego Godín, dio la impresión de que sin frescura, ni el instinto goleador del colombiano, es un equipo vulnerable.

Le cuesta, al conjunto rojiblanco, mantener el ritmo de los dos primeros, que el sábado resolvieron sin apuros sus partidos ante el Mallorca y el Levante.

No baja el ritmo la Real Sociedad que logró un triunfo de calidad ante el Málaga (4-2). Suficiente para mantener su cuarta plaza y para distanciar a uno de sus rivales directos por un puesto en la Liga de Campeones.

Tras el conjunto de Philippe Montanier se sitúa el Valencia, después de vencer con apuros al Valladolid (2-1). En Mestalla, lo tuvo todo a favor el equipo de Ernesto Valverde ante el Valladolid; un gol en propia meta de Balenziaga (m.38) y la expulsión de Sereno tras cometer un penalti, en el segundo tiempo. Sin embargo, falló Roberto Soldado la pena máxima, empató Óscar González y solo Jonas, en el 93, logró deshacer la igualada.

La alegría más grande, en cualquier caso, se vive en La Coruña, donde en menos de un mes, lo que era depresión se ha convertido en euforia.

Antes del clásico gallego, el Deportivo parecía un equipo desahuciado, en caída libre y arrastrado por los problemas económicos del club. Sin embargo, derrotó con claridad al Celta y creció el "sí se puede", que se volvió un clamor tras remontar en Mallorca y, sobre todo, después de que el sábado levantase su tercer "match ball" ante el Zaragoza (3-2).

El conjunto de Fernando Vázquez, no es tan sólo un equipo en ascenso, sino que ha recibido ayudas de todos los campos. Le echó una mano el viernes al Betis, al golear a domicilio al Granada (1-5) y recibió un nuevo empujón el domingo, cuando el Rayo Vallecano se impuso en Vigo (0-2) y el Espanyol a Osasuna (0-2).

En Balaídos, la euforia provocada por el empate frente al Barcelona de la jornada precedente la sofocaron los goles de Piti y Delisbasic. En el Reyno, un gol del mexicano Héctor Moreno y otro del ghanés Wakaso Mubarak han vuelto a meter en problemas a un conjunto que parecía capaz de eludirlos este año.

La trigésima jornada concluirá mañana con el Sevilla-Athletic, dos equipos irregulares, que aún no han fijado cuál debe ser su objetivo esta temporada.