"MVP, MVP, MVP". El partido estaba resuelto y quedaban solo unos segundos cuando un grito unánime se apoderó del espacio sonoro del Centro Insular. Tomás Bellas, el base cerebral y defensivo, el hombre de la intendencia, había mutado en la estrella, luz y faro que ayer guió al Herbalife Gran Canaria en su victoria, 72-64, ante el Asefa Estudiantes. En un ejercicio de tiro impecable, de dinamismo, defensa y valentía, el playmaker madrileño, capitán y líder moral del plantel amarillo, dio un paso al frente en el momento en que sus compañeros más lo necesitaban, destapó el tarro de las esencias y con él, el Granca redescubrió su poderoso caudal ofensivo.

La realidad del Granca, sin Spencer Nelson ni Xavi Rey y a un triunfo del noveno puesto, exigía la irrupción en escena de un héroe y el plantel de Pedro Martínez lo encontró en la figura de Tomás Bellas. El base se calzó zapatos alados y se anudó al cuello la capa de Superman para anotar 31 puntos, con seis triples de ocho intentos, y erigirse con 38 créditos de valoración en el mejor jugador de la jornada en la Liga Endesa. Tras dilapidar buena parte de la renta cobrada en la primera vuelta, los de amarillo medían sus opciones de Playoff y, con el agua al cuello, el Granca necesitó del mejor Bellas jamás visto para doblegar a un rival que como buen malo de película se resistía a morir pese a los balazos que llevaba en el cuerpo. En dos ocasiones se marcharon los locales por encima de los diez puntos gracias al talento ofensivo y en otras tantas, el plantel de Txus Vidorreta, sin la figura de Carl English ni su caudal anotador, recobró el pulso al envite hasta situarse a dos puntos a falta de tres minutos y medio. Sin embargo, Newley, esta vez sí, anotó el triple que le faltó ante Obradoiro y Bellas culminó su excelsa actuación desde la línea de tiros libres.

El duelo, a siete jornadas del final de la temporada regular, resultó una película de acción en cuatro actos, con una trama de tensión e intriga, con un malo indomable y un héroe que no responde al prototipo clásico. Su perfil es el de un hombre curtido a partir del esfuerzo infatigable, la responsabilidad hacia el trabajo. Bellas es un obrero del parqué que habitualmente cede el papel protagonista al compañeros. Sin embargo, ayer no tocaba. El capitán dio un paso al frente e igual que, en su momento, secó a Juan Carlos Navarro, desquició a Marcelinho Huertas o pidió el balón para anotar las canastas del triunfo en la prórroga en Murcia, ayer tiró de casta y coraje, de ganas y pundonor para cobrarse un triunfo que allana el camino del Herbalife hacia la ronda de Playoff.

Llegaba el amarillo a la cita con un exceso de dudas, con piedras en la mochila y los ánimos a ras de suelo. Dos de sus piezas de mayor relevancia, Spencer Nelson y Xavi Rey, causaban baja al tener dañados sus respectivos gemelos izquierdos. Además, pesaba su racha negativa con solo tres triunfos en la segunda vuelta, algo que, de perder, ponía en peligro, por primera vez en muchos meses, su puesto de honor entre los ocho primeros clasificados. Pero la lógica del Granca establece una ley inalterable. Ante la necesidad, superación y cuando unos faltan, otros aparecen. Ayer la estrella fue Tomás Bellas, anteriormente conocido por sus dotes defensivas y que ayer rompió en un torrente de puntos, que rompió el partido desde los primeros compases.

El duelo arrancó con un gran acierto a canasta, con quince puntos del capitán madrileño del Granca y con los dos equipos entregados en un ataque sin reservas. El Herbalife es un equipo distinguido por sus virtudes defensivas pero ayer se demostró capaz de igual y superar al rival en el aspecto ofensivo de un cuerpo a cuerpo sin miedo ni espejo retrovisor. El concurso, en el primer cuarto, fue a canastas. El público del CID lo agradeció y aplaudió y gritó a rabiar a los suyos desde las primeras sensaciones. Toolson, como es costumbre, inauguró el marcador por parte de los locales y contrapesaba, de esta manera, las canastas de Germán Gabriel, el jugador con mejor valoración en la ACB, Kyle Kuric, estrella en la Universidad de Louisville y el enorme Daniel Clark.

Sin embargo, Bellas se enchufó a base de triples que caían como bombas de mortero en el aro rival. Las consecuencias del mismo parpadeaba en el electrónico del pabellón insular. Con 28 puntos en el cierre del primer acto, quince de ellos por parte del desmelenado Bellas, el Granca igualó su tercer mejor parcial de la temporada, superado por los 32 del último cuarto en San Sebastián. Además, los amarillos, a diferencia de lo sucedido en los precedentes, no habían perdido ni un solo balón. El Estudiantes, cuarto equipo con mejor promedio anotador de la ACB, no estaba dispuesto a quedarse atrás. Granger comandaba las huestes colegiales pero el segundo cuarto se inició con una diferencia de ocho puntos en el marcador.

A tirones

Sin embargo, en el Centro Insular se vivió un duelo de rachas donde la renta del Granca era una goma elástica que se estiraba por encima de los diez puntos pero que regresaba una y otra vez a la igualdad. Un triple de Newley sirvió la máxima distancia, 35-22. Pero, sin Bellas sobre el parqué y víctimas de un juego mucho menos fluido los amarillos perdieron su acierto a canasta. Aparecieron las primeras pérdidas, los primeros errores no forzados y el juego se enfangó. Los de Vidorreta aprovecharon su juego interior, con el joven Tavares en pista, para endosar un parcial de siete puntos al Granca y recobrar el pulso al electrónico, 36-32 al descanso. Había que sufrir, templar los nervios y decidir con acierto.

Tras el descanso, ambos equipos se enfrascaron en un duelo de iguales. Báez peleaba como un titán bajo los aros frente a sus rivales y en socorro de ´Edy´ Tavares que suplía con más corazón que acierto a un Slokar que había sumado demasiado pronto su tercera falta. El juego se ensució y los árbitros sumaron polémica tras varios fallos y sus posteriores compensaciones. El duelo estaba en un pañuelo cuando de nuevo apareció Bellas para anotar de tres y servir a los amarillos una renta de cuatro puntos. Fue el pistoletazo de salida. El juego de pronto recobró toda su intensidad y ambos contendientes volvieron al intercambio de golpes y a cara descubierta. Newley, Báez, acertaron desde la línea del 6,75 y a continuación, Bellas, el héroe, anotó un triple con falta para anotar cuatro puntos de golpe y llevar a los de Pedro Martínez once arriba una diferencia que Báez elevó a 13. El Estudiantes estaba otra vez contra las cuerdas pero negaba su rendición.

Quedaba el último cuarto y los colegiales madrileños, cual Terminator indestructible, recuperaron de nuevo sus opciones en el encuentro. Jayson Granger y Germán Gabriel formaron pareja para llevar, con ayuda de Kirksay, a los de Vidorreta a solo tres puntos de diferencia. La tensión reapareció en un Centro Insular que no podía creer las mil vidas del Estudiantes, tampoco la desconcentración amarilla que tras un minuto fuera del encuentro había perdido toda su ventaja. Ante Blusens Monbus pasó algo similar y el temor era evidente entre una afición que respondió con más dosis de ruido.

Entonces, reapareció Bellas en escena con otro triple, el sexto de la jornada, para insuflar aire a los pulmones insulares, 61-55. Pero Kirksay y Clark recortaron. Estudiantes estaba ya a dos; a las puertas de Stalingrado. Tras varios errores en lanzamientos de tres puntos. El duelo parecía, de nuevo, una moneda al aire. Brad Newley se había castigado esta semana por su error ante Obradoiro pero ayer no falló. Su triple fue decisivo y el Granca selló el triunfo, en el uno a uno, desde la línea de personales. El Granca ganó y el Centro Insular acabó rendida ante la exhibición de su capitán, Tomás Bellas, en el día en que éste se destapó como líder anotador. "MVP, MVP, MVP".