"Moran, Moran, canarión". El alero Jim Moran, leyenda viva del Herbalife Gran Canaria, se ganó el cariño del Centro Insular durante una década de baloncesto y la afición le convirtió en un canarión más en sus cánticos. En la imagen de la izquierda, posa con un diccionario de léxico canario el pasado verano durante su última visita a la Isla y en la que participó en el clínic Campus Game Time. A su lado y sobre estas líneas aparece junto al emblemático perro del Centro Insular y debajo armando el brazo para realizar un tiro de tres puntos desde uno de los fondos del parqué insular que se convirtió en un clásico de los partidos del Granca. Por último, junto a estas líneas, Jim Moran se despide de la afición con la camiseta de Taurean Green -lesionado en ese momento- tras caer eliminado en los cuartos de final del playoff de 2011. Aquel día, ante el Caja Laboral, fue uno de los más destacados del equipo y desconocía que acabaría siendo su último encuentro con la elástica del Gran Canaria.

¿Cómo se siente a unos días de volver a Gran Canaria y de recibir el homenaje a su carrera?

La verdad es que más que nervioso, estoy emocionado y ansioso por volver a Las Palmas a ver a todos mis amigos y a mis antiguos compañeros de equipo. No puedo esperar más. Quiero ver de nuevo a los aficionados del Granca. Y lo mejor para mí es que esta vez tendré a mi familia para que vivan a mi lado esta experiencia.

¿Qué significa este homenaje para usted?

Mucho. Será el día más importante de toda mi carrera profesional. De niño, yo solía jugar al baloncesto todos los días. Lo hacía sin descanso porque quería llegar a ser jugador profesional. Pero nunca imaginé que tendría una trayectoria tan importante en un mismo equipo y que éste llegaría a retirar mi número delante de la afición. Es una sensación realmente increíble para mí. Aún me cuesta creer que todo esto me esté pasando a mí.

Estos días previos serán especiales y tendrá usted muchos recuerdos presentes. ¿Qué clase de momentos con la camiseta del Granca son los que estos días no se puede quitar de la cabeza?

He estado pensando mucho estos días sobre toda mi trayectoria en el Granca y es cierto que me vienen a la cabeza muchísimos momentos cuando jugaba con el dorsal 20 amarillo a la espalda. También pienso mucho en lo que sentiré el próximo domingo al estar en el Centro Insular como un aficionado más y no como un jugador. Yo me siento muy feliz simplemente por el hecho de volver a la Isla y por ver una vez más a tantos amigos y seguidores que me dieron todo su apoyo y tanto cariño durante mis diez años en Las Palmas. Nunca tuve la oportunidad de darles las gracias por apoyarme y por todo lo que hicieron por mí.

¿Qué es lo primero que tiene pensado hacer una vez aterrice en Gran Canaria?

La verdad es que cualquier cosa que haga va a ser muy especial para mí. Tengo muchas ganas de asistir a un entrenamiento del equipo, por supuesto, y de ver a los compañeros; a Xavi, a Tomás, a Spencer y a todos los demás. También quiero llevar a mi familia a mis restaurantes preferidos y enseñarles la playa de Las Canteras y el resto de las preciosas playas de la Isla. Quiero ver a mis amigos y quiero darles a todos un abrazo muy grande. Realmente estoy muy emocionado y ansioso. Siento que de alguna manera vuelvo a casa y estoy ansioso por ello.

¿Qué cosas echa de menos de su vida en Gran Canaria? ¿Echa mucho en falta el espíritu del vestuario del que usted fue una pieza tan importante?

Lo que más echo de menos, sin lugar a dudas, es el formar parte del equipo. Echo de menos el ambiente del vestuario y estar junto a mis compañeros. Echo de menos gastarles bromas. Incluso echo en falta los viajes y las horas muertas en los aeropuertos y hoteles. Para mí esta parte también fue muy divertida y ahora la echo de menos. Esos eran los momentos en que realmente te hacías amigo de los compañeros de equipo. Esas son las cosas que realmente echo en falta cuando pienso en el baloncesto.

¿Cuando realiza ese ejercicio de mirar atrás, cuales son los rostros que le vienen a la cabeza?

Gran Canaria siempre será una parte muy importante en mi vida. Hice muchas y grandes amistades en los diez años en los que la Isla fue mi hogar. Yo sigo hablando mucho con Sitapha Savané, con José y Nelson Sánchez (los fisioterapeutas), con Josh Fisher, Tomás Bellas, Spencer Nelson, David Brabender, Gonzalo Martínez, Roberto Guerra y Jason Klein. Estos son amigos que tendré para el resto de mi vida y, por supuesto, estoy muy agradecido por el trato y las oportunidades que me brindó el equipo, tanto a mí como a mi familia.

¿Alguna vez pensó cuando fichó por el CB Gran Canaria que una pequeña isla como ésta, tan lejos de su casa, se convertiría en un lugar tan especial en su vida?

La verdad es que no. Recuerdo que la primera vez que pisé Gran Canaria estaba muy nervioso. Recuerdo ir a conocer a los compañeros y participar en mi primer entrenamiento. Los nervios me acompañaron durante esas primeras semanas. Nunca pensé que fuera a defender los colores de aquel equipo durante tantos años. Lo mejor que tiene el CB Gran Canaria es que una vez estás dentro te hace sentir que formas parte de una familia. Esto es lo mejor de este club como entidad. Sus empleados son gente maravillosa, que me hicieron sentir siempre que estaba en mi casa, en mi hogar.

¿Recuerda qué fue lo primero que pensó cuando vio en un mapa donde estaba situada la Isla?

Cuando firmé el contrato con el Gran Canaria sólo había otro equipo interesado en mí. Era un equipo de Alemania. Recuerdo que cuando mi representante me llamó para decirme que el Granca se había interesado en contratarme tuve que buscar un mapa para ver dónde estaba. No sabía nada de la Isla ni de su cultura. Tan sólo sabía unas cuantas palabras sueltas en español. Pero después conocí a Brian Clifford en una liga de verano en Nueva York y él fue el que me habló de la Isla, del equipo y de la gente canaria. Ésa fue la primera vez que me emocioné y también me puse nervioso ante la responsabilidad que supone jugar en el Gran Canaria.

Ahora lleva dos temporadas sin equipo. ¿Qué es lo que más ha añorado en estos dos años?

Lo que más añoro es a los aficionados. Echo de menos ver la pasión con la que vivían los partidos. La afición era lo mejor de jugar en el Centro Insular. En mi caso fue especial porque en mi primera temporada, cuando éramos Canarias Telecom, no ganamos muchos partidos. Desde ahí fuimos creciendo y ganando cada vez más, así que pude ver cómo la relación entre el equipo y la afición crecía cada día en cercanía y cariño. Recuerdo con especial afecto cuando empezamos a clasificarnos para las distintas Copas del Rey y cómo ellos nos acompañaron a todas las ciudades donde se celebraron para estar con nosotros. Eso siempre fue increíble. Además, esto es algo que tengo presente y que me gustaría revivir este fin de semana. Me gustaría mucho que mi familia pudiera conocer de primera mano esa relación y ese espíritu de amistad sincera que siempre sentí con la gente de Gran Canaria. Que vean lo fantástico que fue para mí jugar tantos años bajo los gritos de pío, pío. He estado muchos años insistiendo a mis hermanos con la historia de que Gran Canaria tiene la mejor afición de España. Ahora ellos la verán en acción y deben comprobar con sus ojos cómo se las gasta la Marea Amarilla contra el Real Madrid.

Una de sus principales ilusiones fue pasar de cuartos de final con el Granca. ¿Qué hizo para celebrar la primera victoria amarilla en la Copa del Rey? ¿Tiene pensado algunas palabras de capitán de cara al playoff?

Yo sentí una alegría inmensa cuando este año el Granca obtuvo su primer triunfo en una Copa del Rey y sentí mayor alegría por los jugadores que lo consiguieron. La verdad es que me sentí como si estuviera dentro del vestuario celebrándolo con ellos. Forman un equipo fantástico y tienen a grandes jugadores en la plantilla que quieren y que saben ganar. Yo ahora no tengo palabras de motivación que trasmitirles. Ellos tienen un gran capitán en la figura de Tomás Bellas. Él es mejor líder y mejor capitán de lo que yo fui jamás. Yo creo que Taph fue un gran capitán cuando yo estaba en el equipo y sé que Tomás aprendió muchas cosas de él. Tomás Bellas es el mejor líder que el equipo puede tener. Trabaja muy duro en todos los entrenamientos y sirve un gran ejemplo para que el resto de compañeros siga. Por eso yo tengo la certeza de que Tomás les hará estar preparados para el playoff y deseo con todas mis fuerzas que puedan superar la primera ronda como ya hicieron de manera brillante en Vitoria contra el Uxue Bilbao.

¿Qué ha hecho estos dos últimos años? ¿Puede poner al día a sus seguidores?

Mi vida ha sido muy diferente sin el baloncesto. Ahora suelo ir a jugar con mis amigos los domingos y participo en varias ligas de Nueva York. Tenemos partidos con intensidad pero, por supuesto, están muy lejos del nivel de la ACB y de los que sentía en los partidos del Granca. La verdad es que echo mucho de menos el ser jugador de baloncesto profesional. Algunas de las cosas buenas que tiene es que ahora puedo ver crecer a mis sobrinas y sobrinos. Puedo jugar al baloncesto con ellos y enseñarles cosas. Ahora no me pierdo sus cumpleaños y sus fiestas y eso es algo que antes no tenía y que ahora me hace ser feliz.

¿Por qué cree que no ha podido continuar con su carrera como jugador profesional?

Yo quería seguir, pero esto no ha ocurrido. Sinceramente, siento que todavía puedo jugar a un nivel profesional y que puedo ayudar en muchas cosas a un equipo, pero a lo mejor ha llegado el momento de dejarlo y hacer otras cosas que no tengan que ver con el baloncesto.

¿Ha sido duro de asimilar?

Adaptarme a una vida distinta y sin baloncesto ha sido un poco difícil para mí. Yo quería jugar y el hecho de volver a casa, a Nueva York, sin un equipo se me hizo bastante duro. Estuve trabajando durante meses por mi cuenta, pero no fui capaz de encontrar un equipo. Además, nunca he querido ser ese tipo de jugador que tiene que esperar a que otro jugador se lesione para poder encontrar un equipo y, sinceramente, el verme en esta situación no ha sido, para nada, una sensación positiva para mí.

¿Cómo digirió usted su salida del CB Gran Canaria y las formas en las que se produjo? ¿Ha cambiado con el tiempo sus sentimientos sobre este episodio?

Mi salida del equipo conllevó una época muy complicada para mí. Ahora intento no pensar en ello porque los sentimientos aún duelen. Ahora estoy feliz. Tengo la oportunidad de ver de nuevo a mis seguidores y a los aficionados del Granca y tengo la oportunidad de darles las gracias a todos por esos recuerdos que me han regalado.

¿Qué es lo que más valora de su pasado como jugador del CB Gran Canaria?

La verdad es que echo la vista atrás y veo tantas y tantas cosas; muchos y muchos recuerdos geniales. Pero, por encima de todo, lo que más valoro es la amistad. La camaradería con los compañeros de equipo y la amistad con los aficionados. Yo sé que los récords personales serán superados y que habrá otros muchos grandes jugadores que defenderán con pasión los colores del Granca, pero yo tendré estos amigos para el resto de mi vida. Siempre tendré sangre amarilla y azul corriendo por mis venas. Siempre seré canarión.

Usted es una persona y un jugador de muchos valores. ¿Por qué cosas le gustaría ser recordado en el baloncesto ACB?

Desearía que la gente me recordara como un jugador al que siempre le importó, y mucho, su equipo, sus compañeros y su afición. Yo nunca fui un jugador de grandes anotaciones ni tampoco capturé muchos rebotes a lo largo de mi carrera. Siempre quise ser el tipo de jugador que era apreciado por su defensa. Yo siempre quise ser el que defendió y se lo puso difícil a Dejan Bodiroga y a Juan Carlos Navarro. Estos eran los retos de los que me enorgullezco más. Yo prefiero defender a un jugador que promedia 20 puntos y que ese día acabe frustrado y con cinco puntos. Yo sentía que era lo que había que hacer para ayudar al equipo a ganar. Los tipos con los que jugué sabían que yo iba a ser todo lo que el equipo necesitara de mí para ganar y ellos iban a hacer lo mismo. Por esto amaba jugar en el Granca y quiero a mis compañeros.

¿Qué cree que le espera este próximo fin de semana?

Pues creo que me espera un fin de semana que será muy especial para mí y para toda mi familia. Creo que este homenaje será el mejor recuerdo que tenga en mi vida relacionado con el baloncesto. Sé que será muy emocionante en lo personal y también estoy ansioso por vivir el partido contra el Real Madrid. Además quiero que todo el mundo sepa que éste no será mi último fin de semana en Gran Canaria. No importa en qué lugar del mundo me encuentre, yo siempre seguiré al equipo y siempre intentaré volver para animar, para ayudar y para apoyar cuando éste lo necesite. Yo estoy muy agradecido al club, a sus empleados, a la Isla que me acogió y sobretodo a la afición. Muchas gracias a todos. PÍO PÍO!!!