Hernán Santana se ha convertido en eje y guía de la Unión Deportiva desde la novena jornada del campeonato de Liga, justo cuando el equipo empezó a arrancar, tras un inicio entre tinieblas. El canterano, que ha visto la luz en el fútbol profesional con Sergio Lobera, capta un ambiente especial en torno al equipo de sus amores durante los últimos tiempos. "Veo detalles, como la suerte en determinados partidos, en Almería, Ponferrada..., que nos dicen que éste es nuestro año", apunta con ilusión el mediocentro del barrio de Zárate, que ayer concedió una amplia entrevista en Radio Canarias.

"Estamos en una temporada distinta de todo lo anterior", señala con convicción el jugador amarillo, que recoge a diario las muestras de satisfacción de los aficionados. "Creo que, pase lo que pase, será un buen año. La gente que te ve por la calle te dice que, por lo menos, va a ser un año de ilusión y habrá incertidumbre hasta el final", expone Hernán, quien recuerda que otros años, no hace mucho tiempo, se repetía la misma historia: "los últimos partidos se abordaban con el miedo al descenso".

"Lo que quiere el aficionado es ir al estadio, ver fútbol y que su equipo gane, como pasa ahora", recalca el centrocampista que debutó hace unas temporadas en un infausto encuentro en Alcorcón, cuando Paco Jémez, ahora en el Rayo Vallecano, entrenaba a la Unión Deportiva.

"Tengo los pies en la tierra. Sé cómo puede cambiar el fútbol de un momento a otro", reflexiona sobre su titularidad, donde comparte obligaciones en el centro de la cancha junto a Nauzet Alemán, jugador curtido en mil viajes. "La confianza que ha depositado el míster siempre se la intento agradecer en el terreno de juego. No tengo palabras para agradecer la confianza de haberme alineado todos los fines de semana", significa el centrocampista, que muchas veces se ha convertido en una prolongación del técnico maño en el césped.

"Todavía no ha llegado el momento de decir: voy a ser titular seguro", precisa sobre sus pensamientos. "Todas las mañanas me levanto con ganas de entrenar y aprender algo nuevo del fútbol. Trabajo cada día como el último, es la clave para seguir en ese once titular. Es mi mentalidad y mi forma de trabajar, la que me ha traído hasta aquí", abunda el futbolista, que atravesó momentos de penumbra, después de debutar con la elástica amarilla. "Sabía que me iba a llegar la oportunidad. Lo he pasado mal en este tiempo, aunque siempre me he rodeado de gente que me apoyaba", cuenta sobre un pasado no tan lejano.

Jornadas candentes

"El aficionado lo ve más cerca que nunca", concreta Hernán sobre la expectación que ha generado el equipo en el entorno. "Quedan ocho jornadas, todo se va resumiendo y nosotros seguimos ahí. Nuestra clave será el partido a partido. Afrontar cada fin de semana como una final, eso es lo que nos inculca el cuerpo técnico. No debemos pensar en partidos posteriores. Por eso, sólo pensamos en el Xerez", insiste el mediocentro, que todo apunta a que seguirá siendo titular en Chapín.

"Cada vez queda menos y vemos que las opciones siguen intactas", redunda sobre las posibilidades de ascenso directo o promoción. "El míster da las pautas necesarias para evadirnos de lo que nos rodea, de la presión, y afrontar cada partido como si fuera el último de la Liga", expone, al tiempo que resalta el papel central de Sergio Lobera para seguir manteniendo la tensión.

"El míster nos recuerda de dónde venimos. Es la clave, recordar por dónde hemos pasado", subraya, antes de convenir que sería "una decepción" quedarse fuera del ascenso. "A nadie le gusta nadar para ahogarse en la orilla", zanja.