El entrenador del Real Madrid, Jose Mourinho, insistió en que no ha tomado una decisión sobre dónde trabajará la próxima temporada, pero mostró seguridad al afirmar que mientras en Inglaterra se siente querido, en España hay gente que le odia.

"Yo sé que en Inglaterra me quieren los aficionados, los medios de comunicación. De una forma justa, me critican cuando tienen que hacerlo, pero me dan mérito cuando me lo merezco. En España la situación es diferente porque hay gente que me odia y muchos de estos están en esta sala", dijo en la rueda de prensa posterior al partido contra el Borussia Dortmund.

"Y es complicado tomar una decisión porque me gusta el club como está ahora mismo y podemos hacer cosas maravillosas. Quiero ser sincero y justo y al final de la temporada ya veré", dijo Mourinho en respuesta a una pregunta en inglés.

"No he tomado una decisión porque tengo un contrato y más que un contrato, que en el fútbol se rompen cuando la gente lo quiere romper, es más por el respeto que tengo por el club y por el presidente por lo que quiero esperar al final de temporada. Quiero ganar la final (de la Copa del Rey), ser segundo en la Liga y después ya veré lo que Florentino Pérez, mi amigo, quiere", insistió el entrenador del Real Madrid.

"He dicho que quiero pensar al final qué va a pasar. Me gusta estar donde me gusta mucho estar y la gente me quiere sin reservas y tengo todo el apoyo en todas las áreas y veremos qué pasa al final. El Real Madrid es mucho más importante que yo. Tengo muchos años y ya puedo caminar solo. Es importante que el Madrid siga ganando competiciones porque las estamos ganando desde hace tres años. Intentar ganar la Copa y unirla a la Supercopa", subrayó el técnico portugués.

Sin embargo, el preparador blanco rechazó profundizar sobre su continuidad, que no confirmó en ningún caso.

"No es importante si sigo o no, sino que el Real Madrid siga y alcance la final. El Madrid ha logrado muchas copas de Europa y entre ese periodo ha estado muchos años sin lograrlo y después de la séptima, la octava y la novena ha llegado a cuartos de final y semifinales cuando había perdido la credibilidad en la competición", señaló.

"Ahora ha recuperado la credibilidad con tres semifinales, pero el Madrid no vive de 'casis' ni yo tampoco. Han sido tres temporadas económicamente fantásticas para el club y desde el punto de vista del prestigio también, porque lo ha recuperado y es cabeza de serie pero no gana la competición y la tiene que ganar en un futuro. Ya llegará, ¿cuando? no sé. Si no es conmigo, da igual porque cuando yo estoy en un club le tengo empatía y tiene que ganar la décima conmigo o sin mí", agregó Mourinho.

"Mi cultura no es la de estar satisfecho sin ganar la competición. Pero sabemos que es una competición difícil que no la ganas cuando quieres, sino cuando las cosas se dan. El primer año no nos dejaron, la segunda en penaltis y esta tercera por un pésimo partido en Dortmund", destacó el entrenador del Real Madrid.

Mourinho afirmó que Cristiano Ronaldo jugó al "cien por cien".

"Cristiano para mí ha jugado al cien por cien. Así lo ha iniciado (el partido). Si después ha disminuido su situación no lo puedo decir porque no hablé con los médicos, pero al principio del partido estaba bien", apuntó.

Mourinho lamentó que el Real Madrid no hubiera marcado antes y criticó la actuación del árbitro, Howard Webb, en algún momento clave del encuentro.

"Entramos muy fuertes. Con una intensidad altísima tanto en la presión como en la circulación de balón. Cuanto antes marcas el primer gol más condiciones tienes para remontar. Fallamos ocasiones claras y en el segundo tiempo arriesgamos todo ante un equipo que es más rápido que nosotros, con otra intensidad de movimiento. Tuvieron dos grandes ocasiones con el palo y la gran parada de Diego y después el equipo arriesgó con un corazón fantástico. Luego, cuando marcamos el primer gol fue una pena que no hubiéramos marcado un poco antes", dijo.

"Una pena que Webb dejara de ser árbitro para ser hombre. Tiene que expulsar a Hummels (en una acción en la que golpeó el balón con la mano al borde del área del equipo alemán). No es penalti, es falta y tarjeta roja clara. Faltaban veintitrés o veinticuatro minutos y Webb no ha sido árbitro, ha sido hombre y ha pensado que este jugador no iba a jugar la final", explicó.

"Si le hubiera expulsado hubiera sido otra cosa. Pero tengo que ser justo y si hubiéramos jugado con este carácter en Dortmund no hubiéramos tenido que remontar", subrayó Mourinho.