¿Qué hace usted en esta vida?

¡Hay que hacer lo que salga, mi niño! Yo siempre he cantado y he hecho música, pop y estándares americanos. Ahora también toco el piano y lo hago en el programa Cerca de ti que presenta Roberto Herrera en Televisión Española en Canarias. Además hace un tiempillo que también soy humorista. Preparo un espectáculo que se llama Yo era Barbra Streisand, donde canto, toco el piano y hago monólogos al estilo de la Streisand de Schamann, que es el barrio de donde soy yo, y con el que ya debuté en el Guiniguada y parece que me va bien. Lo estoy perfeccionando. Y a eso me dedico. ¡Ah, y a sufrir con la UD Las Palmas!

Entonces es usted futbolero. ¿Le daba patadas al balón de pequeño?

La verdad es que les daba más patadas a los que jugaban conmigo que al balón, pero sí, siempre me ha encantado el fútbol. Me gusta el fútbol un montón y, por supuesto, soy seguidor de la UD Las Palmas.

¿De qué jugaba? ¿Repartía juego, paraba pelotas... qué hacía?

A ver. Había capitán de uno y capitán de otro. Yo nunca era capitán [risas] y tenía que esperar a que los eligieran a todos para que luego me eligieran a mí, porque era un maleta. Jugaba de medio estorbo [más risas], y ya te digo que les daba más patadas a los demás que al balón, pero nadie podía quitarme mi pasión por el fútbol. Hasta tengo un recuerdo imborrable de una de esas patadas.

A ver, cuente...

Lo que no recuerdo es qué edad tenía, pero estudiaba en el colegio alemán de Almatriche, que era de mucho deporte y tenía excelentes instalaciones, y estábamos jugando en el patio. Le di tal patada a un amigo que al final estuve yo más de un mes sin poder hacer deporte y casi que sin poder caminar ni hacer nada, porque rompí la playera y me rompí una uña. [Se carcajea y añade] ... Menudo brutito.

Pues no es de extrañar entonces que jugara poco al fútbol...

Pues sí que jugaba. Fíjese que me gustaba tanto que en el barrio también jugábamos, en la calle, en la acera. Una portería era la esquina del zaguán de mi casa y la otra era en el zaguán de Fito, que era el nombre del perrillo de un vecino y así conocíamos a aquel zaguán. Era cuando jugábamos con una lata, una botella de lejía o una pelota echa de calcetines viejos.

Y de espectador, ¿qué recuerdos tiene?

¡Oh, el viejo Estadio Insular! ¡Qué recuerdos! Tengo aquí mismo, como si hubiese sido ayer, mi primer partido viendo a la UD Las Palmas [y se toca la cabeza].

¿Sí? ¿Cuál fue? ¿Qué recuerda de ese choque?

Lo primero que recuerdo es la bronca broma de mi madre cuando llegué a casa. Era una noche fresquita y como había llovido, me llevé el paraguas, cuyo mango literalmente me comí, y mi madre me dijo: "¡Chacho, qué hiciste!", y yo sólo le contesté: "¡Es que fue un partido de muchos nervios, estaba jodida la cosa!"

Bueno, diga qué partido fue ese en el que tanto sufrió...

Yo estaba en la grada Naciente del Insular y fue un partido contra el Atlético de Madrid, que terminamos ganando por 4-1.

Entonces no estaba tan jodida la cosa, parece un resultado claro...

Calla, calla, que no estabas allí viéndome. ¡Lo que corrían aquellos tíos! Pero Las Palmas tenía un equipazo y les ganamos.

¿Quién era su ídolo?

Mi ídolo de toda la vida ha sido Daniel Carnevali [responde raudo y sin la más mínima duda] Aquellos pelos y aquella pinta de argentino [añade como en un sueño] me llamaban mucho la atención. Y encima ¡era un porterazo! Luego también me gustaba Wolff. Y también, aunque no recuerdo mucho verlo jugar, pero por los documentales y partidos que he visto luego, me gustaba la elegancia de Tonono. Y, por supuesto, está clarísimo, Germán Dévora. Era cuando la UD siempre estaba en Primera y no te la imaginabas en otra categoría ni de coña. Y ahí es donde debiera estar.

Pero ha pasado por otras categorías y ahora está en Segunda de nuevo.

¡Chacho! Todavía recuerdo lo malo que me puse cuando descendió en el 83.

Se acaban de cumplir justamente 30 años de ese descenso frente al Athletic...

¡Ñós, ¿tanto?! Sí. Tras ese partido con el Bilbao yo me iba a Alemania, en un viaje de esos de intercambio de estudiantes. Se suponía que, como mis compañeros, debía ir contento y dando saltos de alegría, brincando; pero no, yo recuerdo que iba triste, amargo perdido, porque la UD acababa de descender a Segunda al perder con el Bilbao. Para mí fue un verdadero trauma.

¿Y cómo ve al actual equipo?

Te voy a confesar una cosa...

Confiese, confiese...

Si te digo la verdad, he ido muy pocas veces al Estadio de Gran Canaria. Creo que he ido más veces allí a conciertos que a ver el fútbol. Me parece una instalación deportiva excelente, me gusta mucho, pero... para el fútbol prefiero el Estadio Insular, que es más íntimo. Es una pena que lo dejasen morir. Era todo muy peculiar, con la gente aparcando en la Avenida, en el paseo de Chil, buscándose la vida para no llegar tarde, la bulla que se montaba en las calles aledañas. ¡Era una fiesta! Por eso me da envidia cuando voy a Santa Cruz y veo cómo han dejado el Heliodoro. El Gran Canaria es como muy grande y no está incrustado en la ciudad.

O sea, que quiere decir que es más de ver al equipillo por televisión, tumbado en el sofá de casa.

Sí, lo veo por televisión. ¡Pero de tumbado en el sofá, nada, eh! Soy un jiribilla, porque estos jodíos me ponen nervioso. Corro p'aquí, salto p'allá, apago la tele cuando me cabreo... Lo malo es que no te puedes aislar, porque los vecinos gritan y te vas enterando de lo que pasa. Yo siempre me he emocionado con los éxitos de la UD. Soy de la generación de cuando jugamos la UEFA y esa época grande y gloriosa. Por eso la UD es un sentimiento y se vive. Hasta cuando estudiaba había comentarios de texto de crónicas de la UD. Tengo clarita, clarita, aquí en la retina, la final de Copa con el Barcelona, por ejemplo.

¿Y qué jugadores le gustan de esta UD que tan nervioso le pone?

Me gusta mucho Vitolo. Thievy es un crac. El gol que marcó al Sporting es para decir: "¡Coño, este tío que bueno es!" Y, por supuesto, Barbosa, porque es muy importante tener un buen portero. ¡Ah!, y di ahí que quien no me gustaba nada era el otro argentino que tuvimos, Assmann ese, que vino más de chulillo estilo Beckham con la mujer que como portero de fútbol. Si no lo digo me reviento.

¿Qué no le gusta?

Lo que no me gusta nada es que se lleven a nuestros jugadores buenos, como fueron los casos de Guayre o Valerón, por citar algunos. Por cierto, ¿sabes la curiosidad de Valerón y Silva?

Pues que los dos son de Arguineguín.

Sí, pero no es esa la curiosidad. Lo curioso es que sus apellidos se asocian a mi pueblo. Bueno, al de mi familia, que procede de Guía. El Cenobio de Valerón está en la cuesta de Silva... Curioso.

Usted es twittero. ¿Conoce el Loberismo?

Lo conozco. Y estoy de acuerdo. Lobera me parece un gran entrenador. De lo mejor que hemos tenido entre los últimos y lo está haciendo muy bien. También me gustó cómo lo hizo Paco Jémez. A ver si pasa esta pájara de los últimos partidos y ascendemos.

¿Y se ascenderá?

Sé que es difícil, pues creo que nos lo vamos a jugar en la liguilla. Pero estoy convencido que se va a lograr. Es necesario además que suba, porque redundará en beneficio de la ciudad y de la Isla. Si el equipo es de Primera, nosotros somos de Primera. El fútbol mueve mucho dinero en esta época de crisis.

Por último, ¿alguna promesa si se asciende?

No puedo prometer que me raparía, porque ya estoy casi rapado, así que tendré que pensar en otra cosa. Nunca he sido socio, por lo que si ascendemos prometo hacerme socio y demostrarlo con la foto con el carné. Pero como te veo que no parece algo loco, pues, no sé... Igual le dedico un monólogo con la Streisand de Schamann vestida de amarillo.

"