El División de Honor Juvenil de la UD Las Palmas no pudo clasificarse para la final de la XIX Copa de Campeones tras caer ante el Sevilla por (1-2). El equipo andaluz, vigente ganador del torneo, defenderá el título conseguido el año pasado en Lepe ante el Celta de Vigo.

Los dos equipos afrontaron el encuentro de una forma muy diferente a como jugaron el lunes en los cuartos de final en A Madroa. Ninguno de los dos planteles conseguía dominar el balón en el centro del campo, ya que el encuentro fue de ida y vuelta al principio. El cuadro canario tenía a Dani Ojeda como hombre más adelantado ante la ausencia de Héctor Marrero, que tampoco fue convocado al estar inmerso en un conflicto con el club amarillo por su posible marcha al Atlético de Madrid.

Los jugadores grancanarios canalizaban casi todo su juego ofensivo por la banda derecha, al estar el Sevilla muy bien colocado en defensa, cortando las acciones ofensivas del conjunto amarillo. Poco a poco el Sevilla encontró hueco por las bandas, sobre todo por la derecha, por donde el lateral conseguía subir con demasiada facilidad, colocando balones en el centro pero que nadie remataba.

La presión del cuadro hispalense obtuvo su recompensa cuando Borja se hace con el balón en la frontal del área, ve desmarcado a Carlos al que le pasa el balón, y el delantero cruza el esférico ante la salida del meta Alexander.

Los chicos de Mingo Oramas se fueron arriba buscando el tanto de la igualada. Las Palmas quería llevar peligro sobre todo por la banda derecha, aunque el Sevilla no daba opciones a que los amarillos crearan peligro, con un José Antonio que prácticamente no intervenía. Sin embargo, un fallo de marca, a la media hora de juego, dejó a Nili sólo con el balón a la altura del punto de penalti y batió al portero sevillista consiguiendo la igualada.

El partido ganaba en emoción con la llegada de los goles, y a pesar de la igualada, el Sevilla se acercó con mucho peligro al área canaria. Los andaluces no tardaron demasiado en rehacerse al gol del empate y volvieron a hacerse con el mando del encuentro. Las bandas volvieron a ser decisivas en los minutos finales del encuentro, aunque fue un fallo defensivo de la UD el que permitió a Pavón adelantar al Sevilla, de nuevo, en el marcador.

El tanto andaluz dejó tocado a los amarillos, que perdieron el sitio sobre el césped dejando que el rival se acercara con peligro en los minutos finales del primer tiempo.

En la segunda parte, Las Palmas adelantó líneas buscando el empate. El Sevilla reforzó la línea defensiva con un hombre más tratando de aguantar la salida de los canarios, pues la presión del centro del campo isleño era mucho más intensa que en la primera parte, forzando los errores de los sevillanos.

El técnico sevillano se dio cuenta del peligro que llevaba la UD de cara al área, por lo que ordenó que la zaga se adelantara para alejar a los canarios de su portería. No obstante, el meta canario, fue el que se convirtió en el protagonista desbaratando hasta tres ocasiones claras del Sevilla, las tres de Carlos.

El peligro grancanario llegaba en jugadas a balón parado o en disparos desde lejos, pero unas veces el poco acierto y otras la actuación de la defensa impedían el tanto del empate para la escuadra de Oramas. A pesar de la presión, el Sevilla aguantó bien consiguiendo la clasificación para la final, que disputará contra el anfitrión RC Celta, que se impuso 1-4 al Villarreal.