¿Ve el ascenso de la UD como una realidad o su ilusión ha remitido en el último mes?

Personalmente siempre he creído que el ascenso es posible, pero soy consciente de que en el último mes la trayectoria del equipo no ha sido como para ilusionar tanto. Yo soy optimista por naturaleza y me veo subido en la guagua camino de la plaza de la Victoria, que me lo prometió mi amigo Deivid.

¿Conoce a los jugadores?

A todos no. A alguno personalmente, pero tengo con todos un trato cercano a través de las redes sociales y creo que el aprecio es mutuo. Yo los quiero montones.

Muchos dicen que es usted uno más en el vestuario. Por lo menos cuentan que sus montajes están siempre presentes.

Para mí es un orgullo que los jugadores y el cuerpo técnico se lo pasen bien con mis cosas y eso me anima a continuar con esto; diviertiendome yo, diviertiéndolos a ellos y a todo el barrio.

¿Llegó usted a imaginar tanta popularidad cuando empezó a escribir y hacer sus montajes?

No. Yo lo hacía para divertirme y para matar mis horas libres y poco a poco fue aumentando el número de seguidores y los comentarios positivos hasta convertirse en lo de ahora, con casi diez mil seguidores en Twitter. Creo que el éxito viene porque he sido positivo y bastante educado y, por eso, a la gente le he caído en gracia.

¿Si existiera un diccionario del 'Crass' cuáles serían las principales referencias?

La primera sería Crass, que es gente elegansia como es Sergio Lobera. La segunda sería Catacrass que es el antónimo; uno que iba para crass y se quedó en el camino. También están los madafakas, que son los morenitos que mejor se desenvuelven en el barrio y vigilan de que no nos pisen el millo. Después, hay muchas más...

¿Una poesía?

Hoy en Murcia nos jugamos la temporada/noventa minutos de lucha para lograr el objetivo/que a los jugadores no les entre la empanada/para celebrarlo rompiendo la noche en el Muelle Deportivo, #posía.

¿Cuál ha sido el partido de este año en el que más ha disfrutado?

El del Racing en la Copa del Rey. Estaba Lobera en entredicho y el estadio terminó coreando su nombre. No recordaba algo así desde hacía mucho tiempo y a partir de ese día comenzó el despegue.

¿El Crass es más de Turu Flores o de Vinny Samways?

De los dos. Del Turu me quedo con su instinto y que no le hacía falta aflojar el pienso para marcar goles. Y de Vinny Samways que cuando se cabreaba se le ponía la vena del cuello como un flas de 20 y se echaba él solo el equipo a la espalda. Es una cosa que falta en la plantilla, un referente de ese tipo.

¿Con qué generación de la Unión Deportiva se queda usted?

Con la etapa de Pacuco Rosales en Segunda B, con el que creo que Las Palmas sigue en deuda. Estaban Socorro, Orlando, Paquito, Eloy... Fue cuando salimos del pozo después de cuatro años, arrasando incluso en la liguilla, y entoces viví una de las noches más inolvidables de mi vida, acompañando al equipo desde el aeropuerto a Las Canteras donde había una fiesta tremenda. ¡Qué noche la de aquel día, crass!

¿Cuál es el mejor once de la historia de Las Palmas?

Obviando a los de la plantilla actual para que no se moleste ninguno: Carnevali, Martín II, Tonono, Sergio Marrero, Paqui, Guedes, Socorro, Germán, Koke Contreras, Orlandito y Turu Flores. En el banquillo pondría a Félix el Yukerí, Castellano, Manolo López, Chinea, Brindisi y a Vinny Samways. Cada uno tiene la suya. Ésta es sencillamente la del Crass.

¿Estaríamos en Champions con ese equipo?

Mínimo en la Intertoto. De ahí para arriba lo que viniera.

¿Qué haría para volver a ver a Juan Carlos Valerón jugando de amarillo la temporada que viene?

Sería un sueño para mí y creo que para todos los seguidores del equipo. Valerón es un crass como jugador y como persona y me comprometo a ir a recogerlo todos los días a Arguineguín para llevarlo al entrenamiento y devolverlo sano y salvo en El Pajar. A cambio le pediría que me invitara a comer una vez a la semana en El Boya.

¿Es cierto que prepara un libro? ¿En qué consiste este proyecto, si se puede adelantar algo?

Sí, es cierto. Una editorial canaria ha apostado por mí y estamos preparando algo que espero que guste a mis seguidores y a los del equipo porque está hecho con todo el cariño del mundo y con el objetivo de sacarles una sonrisa.

¿Cómo va de nervios de cara al partido contra el Murcia?

De nervios estoy muy cargado. Podría dar dos viajes. De momento lo intentaré calmar al mediodía con un buen arroz a la cubana y para merendar me haré un sambui de salame y un zumo y la velita reglamentaria a la Virgen del Pino. No veo la hora de que sean las ocho de la tarde y poder gritar que estamos en el Playoff.

¿Qué canción pondría a los jugadores en el vestuario para motivarles antes de salir al campo?

Les pondría la de Gran Canaria de Los Gofiones antes de empezar el partido. En el descanso, pondría música hip hop con un ritmo madafaka para que no entren en bajada y al final del partido, en caso de victoria, pondría Borracho hasta el amanecer de Los Coquillos de mi amigo Ginés Cedrés.

¿Cómo va a vivir el partido?

En mi casa. Cuando es televisado me gusta verlo tranquilito. Antes lo veía con mi periquito moñúo, Fucker, en el hombro, pero desde que se murió los veo solo.

¿Coincide la muerte del periquito con el bajón del equipo?

Tristemente sí, pero yo creo que desde el cielo está echando un cabo y, junto a la energía positiva de la afición, nos va a ayudar a meternos en el Playoff.

Haga de adivino. ¿Cómo quedamos y quién marca los goles?

Quedaremos uno a dos y marcarán Vitolaso y Thievy Madafaka. ¿Qué me das si lo adivino, Crass?

Un sambui de lo que quiera. ¿Qué le gustaría decirle a su idolatrado Lobera en este momento?

Que pase lo que pase y termine como termine a mí me ha ganado como entrenador y sobre todo como persona. Le diría que me gustaría que siguiera aquí y que los jugadores que tengo entendido que él recomendó han dado un gran rendimiento, como son Tato, Thievy y Jeison Murillo.

¿Qué es lo que más destacaría en Sergio Lobera y que le hizo crear la expresión Loberismo?

Al principio ví algunas críticas con las que no estaba de acuerdo y me negué desde el principio de la temporada a estar amargado con el equipo. Me aferré al discurso optimista del entrenador. Una noche me dio por crear ese término. Lo colgué en la red y, sobre la marcha, la gente se fue sumando a esta ola de positividad en torno al equipo, cosa de la que estoy muy orgulloso.

¿Hacía falta cambiar el ánimo en el que se ha movído últimamente la afición insular?

Por supuesto. Ésa es mi forma de ver la vida. Siempre con una sonrisa en la cara e intentando buscar el lado positivo de las cosas y con el fútbol no iba a ser menos. Este año me negué a vivir ese ambiente de pesimismo que generalmente se respira en torno al equipo y me fabriqué mi propio bunker de positividad. Ñósss, me quedó elegansia lo último, ¿eh Fesnando?

Dígame que vamos a subir.

Claro que sí. En el barrio se respira confianza. Estuvo bien llevarnos este sustito y que la Ponferradina esté detrás nuestra intentando pisarnos el millo, para que todos fuéramos conscientes de lo que nos estamos jugando y valorar más lo que podemos conseguir. Confío en que los jugadores se hayan dado cuenta y echen el resto contra el Murcia para conseguir el primer paso del sueño.

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