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Igual que en junio del 2011, Riazor fue una tumba para el Depor, que baja a los infiernos. ¿Qué balance hace de la campaña?

Ha sido mala, no hay que poner excusas. Acabar con el descenso en la última jornada te deja una mala sensación. Llegamos con opciones de salvación al último partido de Liga ante la Real Sociedad, dependíamos de nosotros pero fallamos. Es lo que tiene jugártela a una carta. La Real estaba muy fuerte, selló su pase para la Liga de Campeones y el triunfo que nos daba la salvación no llegó. Fue una pena.

Y una lluvia de lágrimas...

Ya habíamos vivido una situación parecida en 2011, pero en esta temporada que acaba lo hemos pasado muy mal. Logramos tomar impulso y nos vimos al final con opciones de poder salvarnos. A falta de dos meses nadie lo pensaba y vuelve a pasar lo mismo que hace dos temporadas. Dependíamos de nosotros, en nuestra casa, y no logramos sacar el resultado.

El adiós de Valerón acentuaba el grado de depresión. ¿Cómo vivió la despedida del Flaco?

Estuvo hasta el final. Ya tenía la decisión tomada e intentó no desviar la atención y que se salvase el equipo. Quería irse logrando la permanencia, con el Depor en Primera. Fue una pena también para él, todo fue bastante triste.

Y ahora, tras valorar incluso jugar en la UD, Valerón pone rumbo a Qatar. Magia en la arena de los jeques y petrodólares.

No sé, la verdad que este año ha sido duro para él. Tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo, ha llevado lleva mucha responsabilidad sobre sus hombros. Es de las personas que simbolizan el deportivismo en todo el mundo, y no sé qué hará. Me parece que quiere afrontar el futuro de una forma más tranquila, pero no sé qué hará como punto y final de su carrera.

Usted tiene 37 años y no piensa en el adiós -encadena quince temporadas en el club gallego tras dejar la UD en 1998-. Es una gacela de acero. ¿Ha tomado una tonelada de gofio?

Me queda un año de contrato. En esta campaña he terminado jugando, partido a partido y acumulando minutos. También con altibajos, pero siempre con la misma ilusión de jugar. Pero sobre todo con ganas de ser competitivo. Intentaremos dar guerra un año más.

Desvele el secreto de la eterna juventud. ¿Algún pacto con el diablo? ¿Es inmortal?

Lo primero es que me gusta. Amo lo que hago y, en segundo lugar, lo practico con mucha ilusión. A esta edad, competir es lo que te llena, lo que te mantiene vivo. Tenga la edad que tenga siempre me gusta competir. Entrenar es lo más difícil. Pero me encuentro de maravilla, tanto físicamente como de cabeza. Eso hace que puedas seguir apretando a los chavales.

¿Quién pasará a la gran final: UD Las Palmas o Almería? Y no se deje llevar por el corazón...

Viene un Almería que llega en un gran momento y en una mejor posición en la tabla. De los últimos seis partidos, han ganado cinco. Y la UD en el último mes lleva una racha negativa, pero esto no vale para nada. Cuando empiece a rodar el balón, será como una eliminatoria de Copa del Rey, el torneo del 'KO'. Las rachas no cuentan, nos esperan 180 minutos apasionantes y hay que olvidarse de la liga regular.

Una batalla sin favoritos...

Quizás lo sea un poco el Almería, pero en este tipo de eliminatorias los favoritismos se igualan. Primará la igualdad, estoy seguro.

¿Apostaría un millón de dólares por el ascenso de la UD?

Hay que tomárselo con calma. Primero hay que superar la primera eliminatoria ante la UD Almería, que es un hueso. Veo clave firmar un buen resultado en el Estadio de Gran Canaria, y competir en los dos partidos al cien por cien.

¿Quién será la estrella?

La UD tiene, de mediocampo hacia arriba, calidad y puro desborde. Thievy, Vitolo, Nauzet... Y además, hay gente con experiencia como Momo. Pero debe primar el equipo para lograr el objetivo aquí en casa e intentar no recibir goles. Ellos tienen a Charles, que lleva un gran año. Hay que intentar estar muy serios atrás, porque así quedaría la eliminatoria muy abierta.

¿Cómo pararía a Charles?

Se defiende en conjunto. Al final todo es un trabajo en equipo.

Irá al estadio...

Tengo la intención de ir.

¿Su mejor recuerdo de amarillo? ¿Una imagen que no olvida?

La disputa de las semifinales de la Copa del Rey -1997- [los amarillos cayeron eliminados ante el FC Barcelona de Ronaldo y Luis Figo]. Era mi primer año en la UD -tras subir del filial- y logramos alcanzar la penúltima ronda de la Copa. Al año siguiente quedó la pena de hacer una gran temporada en Segunda y no lograr el ascenso en la promoción ante el Real Oviedo -hace quince años en la 1997-98-.

¿Qué entrenador le dejó huella en su paso por la UD?

He aprendido de todos. Siempre me han protegido, no le puedo nombrar ninguno.

¿Volverá a vestir de amarillo?

Es difícil saberlo. Igual quiero seguir jugando pero no miro más allá de la próxima temporada.

¿Con qué jugadores del actual plantel mantiene amistad?

Con Momo y Nauzet Alemán.

¿Qué papel juega la grada?

Vital, marcarán el primer tanto. El jugador necesita sentirse arropado, sentirse con confianza.