"No hemos cogido el centro del campo, hemos jugado muy largo, con muchos espacios entre líneas. Casi todas las segundas jugadas se las han llevado ellos. En la segunda parte nos hemos arropado más, sobre todo, en la zona central". Sergio Lobera y su cuerpo técnico corrigieron al descanso del partido contra la UD Almería, el pasado miércoles, el problema que todo buen aficionado al fútbol veía en el estadio de Gran Canaria: la Unión Deportiva tenía perdida la partida en el ombligo del campo. Por eso, surgió una variante táctica, con la entrada de Javi Guerrero y Hernán Santana, que consiguió neutralizar la superioridad numérica creada por el equipo de Javi Gracia.

El triángulo formado por Soriano, Verza y Corona dominaba la horizontal en la línea media y todos los balones sueltos (lo que se denomina segundas jugadas) llegaban mansamente a las botas de cualquier futbolista del Almería. "La defensa estuvo demasiado atrás y el ataque muy arriba", comentó el entrenador de la Unión Deportiva, tras el primer partido de la promoción, para aclarar por qué se había producido el cortocircuito en el bombo central, por lo que Las Palmas perdía continuidad en sus acciones ofensivas. Todos los jugadores amarillos estaban demasiado lejos unos de otros y los pases eran complicados.

Tras el intermedio, la respuesta táctica de Sergio Lobera resultó fundamental para que el partido comenzara a virarse hacia la Unión Deportiva en la segunda parte, hasta el punto de poder empatarlo por medio de Thievy, e incluso con la opción de la victoria con la ocasión de Hernán, que acabó en el golpe en la cabeza que llevó el susto a todos los presentes.

"No me acuerdo de la jugada en cuestión, del centro de Nauzet Alemán, pero recuerdo todo lo anterior", apuntó el centrocampista canterano de Las Palmas, al tiempo que convino que los amarillos tuvieron "más tiempo" de posesión del balón, por lo que generaron "mejores opciones" de gol ante la portería de Esteban.

Triángulos

Los almerienses tenían dispuesto un trivote en el medio, donde Soriano ejercía como piedra angular en el vértice superior donde enlazaba con los delanteros. Por su parte, la UD contestó en el segundo tiempo con una táctica similar en el centro del campo, donde Vicente dejó de remar en solitario y se vio acompañado por Hernán Santana en la base del triángulo, en labores de contención, mientras que Javi Guerrero apoyaba el juego entre líneas en posiciones más avanzadas. Ya no había tantos espacios en el medio, pues los isleños se supieron escalonar bien para ocupar una mayor franja de terreno, por lo que los almerienses perdieron la iniciativa del juego que habían ganado en el primer periodo.

A paso lento, los amarillos fueron atornillando a los visitantes contra la portería del veterano Esteban. Al grupo de Javi Gracia le parecía suficiente la ventaja que habían logrado en la primera parte, tras el gol de Aleix Vidal, y fueron dejando cada vez más terreno. Las Palmas, en pocos toques, llevó la pelota hacia las bandas y comenzó a generar peligro. De ahí el córner que sirvió Nauzet y marcó Thievy, tras tocar Javi Guerrero y Vicente, y también la última

"Son partidos diferentes", apuntó Lobera cuando se le cuestionó sobre la repetición de los mismos planteamientos para el encuentro del próximo domingo (18.00 horas, por Canal Plus) en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. "Veremos en los días que nos quedan para preparar el partido, qué es lo más oportuno, cómo están los futbolistas. Haremos el planteamiento que más nos convenga", sostuvo el entrenador amarillo, que ayer organizó una sesión de entrenamiento diferenciada para jugadores titulares y suplentes del partido de la promoción.

"El partido deja la eliminatoria muy abierta", precisó ayer Hernán Santana, quien puede incorporarse a los entrenamientos en la tarde hoy si progresa de sus dolencias en cabeza y cuello.