"Pudo haber ocurrido algo mucho más grave y lo que no puede ser es que no se actúe de una forma radical y efectiva contra todo este tipo de acciones violentas antes de que ocurra una desgracia y fallezca un pequeño en el fútbol base, que sería lo peor de lo peor".

La contundente manifestación es de José Antonio Peñate Sánchez, presidente del Valsequillo, que mantiene imborrable en su memoria los terribles incidentes sucedidos el sábado por la tarde en el campo municipal de Arguineguín, donde los jugadores del equipo cadete y sus técnicos fueron agredidos a raíz de marcar el gol que prácticamente les daba el ascenso a la cadete Preferente.

"El ambiente era normal. Los primeros aficionados en llegar al campo fueron los del Valsequillo y no había pasado nada. Todo empezó cuando marcamos el gol y nuestros jugadores fueron a celebrarlo al banquillo. A partir de ahí comenzaron las agresiones por parte de los jugadores del Arguineguín y por el público que saltó al campo. Todo fue incontrolable, un caos y una vergüenza. Todavía tengo en la retina el momento en el que vi correr hacia nosotros a un grupo de 40 o 50 personas, sin camisas la mayor parte de ellos, que venían de la parte de enfrente con la intención de agredir. Pasamos mucho miedo", recuerda José Antonio Peñate mientras su teléfono está a punto de fundir la batería por la personas interesadas en lo sucedido el sábado por la tarde en la localidad del municipio de Mogán.

Testigo de lo ocurrido también fue Salvador Ramírez, coordinador y secretario del Valsequillo. "Tratamos de proteger a los niños y calmar a la gente, pero aquellas personas no tenían ninguna intención ni de hablar ni de parar, solo de pegar a todo lo que se movía. Recuerdo ver madres llorando en la grada al tiempo que solicitaban la presencia de la policía. En vista de lo que estaba sucediendo, se decidió que los jugadores fueran hacia el vestuario. No pasó más porque aquella gente no le dio por subir la grada. Pudo haber ocurrido algo mucho peor".

"Una vez se retiraron los jugadores a los vestuarios aquel grupo desapareció del campo. Cuando llegó la policía no se encontraba nadie de ese grupo de agresores, revive Salvador Ramírez.

Ante todo lo sucedido y tras la denuncia pública, en el club se plantean emprender acciones legales. "Vamos aportar toda la documentación que tenemos para que el Comité de Competición tome medidas, que espero sean lo suficientemente importantes como para erradicar este tipo hechos en los campos de fútbol. Hoy podíamos estar lamentándonos de cosas más graves y eso es muy penoso. Los padres se están planteando la posibilidad de emprender acciones judiciales hacia esos agresores con las pruebas que tenemos", indica el presidente del club valsequillero .

Y es que en el campo municipal de Arguineguín se vivieron instantes de pánico. "Sí, allí se pasó mucho miedo. Hay niños que todavía están asustados por lo que sucedido. Se pueden ver las imágenes en las redes sociales, en los periódicos, y no me invento nada", comenta José Antonio Peñate.

Por otro lado, el directivo del Valsequillo reconoce que desde el CD Arguineguín se han solidarizado y quieren colaborar con ellos. "A mediodía del domingo me llamó su presidente (Armando Jiménez) para pedirme disculpas por todo lo acontecido y que se ponía a nuestra disposición para cualquier tipo de acción que quisiéramos tomar". Salvador Ramírez apunta que también que recibió la llamada de Aarón, coordinador del Arguineguín, quien se ha ofrecido a colaborar y facilitar información sobre los agresores. "Nos consta que se han preocupado por el estado de los niños", mientras que el entrenador Samuel González recibió las disculpas de técnico del Arguineguín, avergonzado por lo sucedido.

El primer paso que da el Valsequillo tras los altercados ha sido acudir a la Federación para presentar en la Mutualidad toda la documentación. "Llevamos los partes médicos de los jugadores y técnicos. Uno de los chicos, Sergio, tuvo que ir de madrugada a la clínica Santa Catalina porque tenía un fuerte dolor en el pecho. Está en observación", indica José Antonio Peñate, que reconoce que no sólo jugadores y técnicos del Valsequillo fueron agredidos. "Precisamente el abuelo de Sergio sufrió un esguince en un tobillo y varios padres que intentaron proteger a sus hijos también tienen contusiones debido a todo lo que pasó".