El partido sobre el parqué del Pabellón Municipal de Teguise estaba ganado cuando desde la grada se escuchó una cuenta atrás. Tres, dos, uno... Y con el cero las jugadores del banquillo saltaron a la cancha para abrazar a sus compañeras. El equipo bailó, formó un círculo y juntó las manos. El Gran Canaria 2014 La Caja de Canarias volvía a ganar. Lo había vuelto a hacer.

Minutos después, la capitana del conjunto infantil, Iris Junio Mbulito, recogía el título que proclamaba al Islas Canarias campeón de España en categoría Infantil. La hija de Puri Mbulito, leyenda del conjunto insular, amagó una y dos veces antes de levantar, a la tercera, la copa. El gesto, inconsciente, escondía un significado. Tras imponerse en el Junior de Zaragoza y hacer lo propio en el Cadete, que se disputó en Guadalajara, las chicas del Infantil vencían 73-62 a las madrileñas del Canoe en Lanzarote y con este triunfo, uno más en su prolífica hoja de servicios, el club insular culminaba el triplete nacional por tercer año consecutivo.

Los números de este conjunto con 30 años de vida le sitúan como referente y dominador absoluto del baloncesto formativo femenino. Cuenta con 11 títulos como campeonas de España en categoría Infantil, 13 en Cadete y 14 en Junior. Las vitrinas del club grancanario, junto a la célebre Copa de Europa Liliana Ronchetti o la Copa de la Reina, lucen un total de 38 trofeos al mejor equipo de España, además de 9 reconocimientos al equipo subcampeón y 8 terceros puestos. Todo esto logrado en 70 participaciones en las distintas categorías nacionales que componen el baloncesto de base; números que avalan al CB Islas Canarias como la mejor cantera de España.

El dominio es completo en el último lustro. Nadie desde hace tres años puede con los equipos que entrena Begoña Santana. Desde la temporada 2004-2005 sólo ha perdido una final en categoría cadete. Lleva seis seguidas ganando en Junior y ha conquistado cuatro de los últimos cinco cetros en categoría Infantil. Todo esto deriva en un récord histórico; el triplete -los tres títulos en juego- logrado en cuatro ocasiones; los tres últimos de manera consecutiva.

Dos educadores y entrenadores, Domingo Díaz y Begoña Santana, son los padres de una criatura que nació en los años 80 con el único propósito de ofrecer una alternativa a la dura realidad social que por entonces mandaba en las calles del barrio de Escaleritas. "El club se creó en torno a la cancha de Rodríguez Monroy. Allí vivía Begoña, entonces mi novia. Yo vivía tres calles más abajo. En aquel entonces había un problema de drogas muy serio en el barrio y nosotros nos dimos cuenta de que todos los que estábamos en esa cancha nos salvábamos mientras que nuestros amigos, los que estaban por fuera del muro, en las esquinas y las calles caían uno tras otro en el mundo de las drogas", revive Domingo Díaz. "Entonces nos propusimos captar chiquillos para sacarles de esa realidad tan dura en un momento en el que la droga te la ponían prácticamente en la mano. Por eso se creó el club. Estudiábamos magisterio y eso nos ayudó a ser mejores formadores", añade.

El club se constituyó en 1983 y en estos 30 años -su aniversario se conmemora actualmente- el método del éxito cultivado en aquella cancha de Rodríguez Monroy y perfeccionado en el Pabellón de La Paterna, ha alcanzado su plenitud. "Cuando me preguntan, yo siempre respondo lo mismo", afirma Domingo, que ejerce desde hace unas semanas como presidente de la entidad. "Nosotros ni tenemos una fórmula mágica ni escondemos la receta de la Coca Cola. Tenemos una metodología que se basa en el esfuerzo del día a día y en el hecho de tener muy claro cuales son nuestras metas, porque cuando otros celebran, nosotros planificamos el trabajo a seguir para que nuestro Infantil sea competitivo el próximo curso y con ello poder defender los títulos que han conquistado otras promociones".

La exigencia en esta entidad está siempre definida. Esta es la filosofía que manda. Mientras, el estilo surge del carácter y la esencia ganadora del matrimonio Díaz Santana. De igual manera que en el Real Madrid de Pablo Laso domina el juego eléctrico de los bases o que en el Baskonia del pívot Zan Tabac se imponía el trabajo en el poste bajo, la personalidad del Islas Canarias parte de la manera en que Domingo y Begoña entienden, desde jóvenes, el baloncesto. El tiro, en este sentido, es su marca del estilo. "Yo era un jugador bajito y un poco enclenque así que lo único que podía hacer era lanzar a canasta. Así que tenía que hacerlo bien", señala Díaz. "Yo no me podía pegar con nadie ni tenía la suficiente habilidad en el manejo del balón. Mi fuerte estaba en el tiro y en este club creemos que éste es el rey absoluto de los fundamentos de juego. Luego, por supuesto, está la unión con Begoña, que aporta su intensidad. Ella fue una base explosiva. Jugaba al doscientos por cien y ahora intenta que sus equipos jueguen con velocidad e intensidad", expone el técnico que fuera seleccionador hace años.

De esta forma, implantado un estilo, el siguiente ingrediente en la receta del Islas Canarias surge del respeto por la filosofía de club; el nosotros se impone por encima del yo. Todos los equipos de la cadena poseen un mismo sistema de juego y con ello consiguen que cualquier jugadora que sea llamada para entrenar o jugar en el primer equipo pueda adaptarse al sistema sin problemas. "Hace mucho que quitamos eso de que un entrenador diga mi equipo. Aquí ni los entrenadores ni las niñas tienen un equipo. El club es lo primero. Hace tiempo que nos dimos cuenta de que lo contrario es el primer paso hacia el fracaso", advierte Díaz.

Cada año pasan entre 200 y 300 niñas por los distintos niveles que presenta el modelo del Islas Canarias. Eso sí, el resultado sólo se da después de invertir muchas horas de trabajo. "La niña que quiere jugar en este club sabe que le tiene que dedicar mucho tiempo y que le tiene que quitar horas a su ocio y otras actividades lúdicas, nunca a los estudios. Hay que trabajar mucho para estar al nivel y poder jugar en un club de campeones, porque esto nosotros lo entendemos como un club de campeones", explica éste al que no le duele reconocerse un técnico exigente. "Yo sólo me acuerdo de los profesores que me hicieron mejorar", señala antes de añadir: "esto no quita que impere el buen ambiente y las bromas. Lo que pasa es que hay un momento para cada cosa y en un grupo no se pueden mezclar estos momentos".

En los últimos años, el club ha apostado firmemente por incorporar jugadoras extranjeras a su cadena de filiales. "Medio en serio y medio en broma, solemos decir que más que un club somos un centro de acogida deportivo sociocultural", apunta Díaz, que explica como un día llegó una chica llamada Vanesa Blé y que ésta dio un salto de calidad a su equipo al contar con una altura que es difícil de encontrar en la genética canaria. Ahora, Blé triunfa como una de las mejores jugadores de la Liga Femenina y las canarias mejoran a su lado.

Con todo esto, el relevo está asegurado. Leticia Romero, Astou Ndour, Yurena Díaz... Los valores del Islas Canarias apuntan a liderar la próxima generación de baloncestistas españolas en categoría senior. Sin embargo, esto no es futuro sino presente. El verano pasado las distintas selecciones inferiores contaron con 11 convocatorias del club grancanario. Mientras, la pasada temporada, el primer equipo del Gran Canaria 2014, nomenclatura del representante en la Liga Femenina, se quedó a las puertas del Playoff por el título con un equipo formado por jugadoras de la casa con una media de edad que no superaba los 19 años. Es la mejor cantera.