El expresidente y accionista de la UD Las Palmas Manuel García Navarro niega de forma tajante las acusaciones vertidas en la jornada de ayer por Miguel Ángel Ramírez, máxima mandatario de la entidad amarilla, y anuncia que acudirá a los tribunales para defender su honor. "Es una acusación demencial, que se lleva a cabo con la única intención de hacerme más daño. Se falta, una vez más, a la verdad por parte del señor Ramírez. Y es que ya no sé hasta dónde piensa llegar. Ha perdido el norte. Carece de rigor y decir que me quedé con ese dinero es una falacia. Con la venta de los jugadores Rubén Castro y Momo al Deportivo se pagó a la plantilla de la UD Las Palmas".

Para García Navarro, esta conducta de Miguel Ángel Ramírez le deja en una situación de peligro. "Pretende que acaben con mi vida, y se tendrán que llevar por delante ocho vidas más [en referencia a su familia]. Me está haciendo un daño irreparable con esta acusación totalmente desmedida y fuera de lugar. Esta falacia tendrá consecuencias y temo por mi vida. Si alguien me lleva para el otro barrio, Ramírez será el responsable. Estas acusaciones me dejan en mal lugar ante los aficionados y masa social de la UD Las Palmas, y alguno, con ánimo de venganza y mala fe, puede tomar represalias contra mi persona o mi familia. Y si acaban conmigo, Ramírez será el culpable por verter este tipo de acusaciones sin fundamento ni ética; le hago responsable de lo que me pueda pasar", denuncia el accionista.

El que fuese mandatario del club amarillo, en el último ascenso a Primera (temporada 1999/2000), emplaza a Ramírez, que si tiene los papeles que los muestre. "Acepto el desafío y hablaré con mis abogados para defender mi integridad, mi nombre y mi gestión en la UD, que no puede quedar así manchado. Le emplazo a que muestre los documentos, que enseñe las pruebas o la sentencia que dice tener".

García Navarro mantiene que fue absuelto y que se archivó la causa, bajo el proceso judicial por la venta de los jugadores grancanarios. De igual manera, asevera que no fue el único responsable de generar la deuda total de 72 millones de euros, que llevó al club amarillo al borde del abismo, hasta que entró en el proceso concursal, hace ahora casi nueve años. Este nueve punto de conflicto aleja una solución pacífica, para concluir con un concurso que se eterniza.